El Vaticano ofrecerá su mediación a las dos superpotencias
El Vaticano está dispuesto a ofrecerse como mediador entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el conflicto sobre los misiles de alcance medio. La primera noticia la dio el secretario de Estado, Agostino Casaroli, a su regreso, el jueves, de Washington, donde se había entrevistado con las principales autoridades civiles y religiosas, empezando por el presidente Ronald Reagan.Inmediatamente, L'Osservatore Romano publicó un artículo en primera página firmado por su vicedirector y dos discursos del Papa en los cuales, aun no hablando directamente de mediación, se advierte que la Santa Sede se está moviendo en esta dirección.
Al recibir al nuevo embajador australiano ante la Santa Sede, el Papa dijo que "el diálogo es un desafío urgente para nuestro tiempo", que es necesario llegar a una reducción de las armas, tanto nucleares como convencionales, e "instaurar un clima nuevo donde el bienestar espiritual y económico se a la preocupación primordial de la humanidad". Y ayer, en la audiencia concedida a los representantes del Parlamento Europeo, Juan Pablo II condenó todo tipo de dictaduras, exaltó la necesidad de la democracia y pidió una distribución más justa de las riquezas del mundo.
Ambos discursos, más toda la febril actividad de la Santa Sede en este momento, indican, como destacó ayer en primera página Corriere della Sera, que "una mediación diplomática está ya en curso", y que pronto podría pasarse, a la segunda fase, "la mediación técnica". Al parecer, Ronald Reagan ha mostrado su apoyo a Casaroli. Lógicamente, en dicho caso, el presidente norteamericano debería estar dispuesto a hacer algunas concesiones, sobre todo sabiendo que el episcopado norteamericano comulga con los pacifistas.
¿Y con Moscú? Ése es el punto más delicado. Por lo pronto, ayer, el Vaticano desmintió la noticia de que Juan Pablo Il estuviera preparando un viaje a la URSS para ofrecer personalmente su mediación a Yuri Andropov.
Ayer, los obispos italianos denunciaron "la persistencia de la lógica de la guerra y la carrera de armamentos", en un comunicado emitido al finalizar los trabajos del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal.
