Barrionuevo solicitó a Francia la entrega del jefe de los comandos 'ilegales' de ETAm

La lista de supuestos miembros de ETA Militar que el ministro del Interior, José Barrionuevo,- entregó recientemente al embajador francés, Pierre Guidoni, para su localización y posible devolución a España, la integran el máximo responsable de los comandos ilegales (integrados por miembros libera dos de la organización), José Santiago Lasa Mitxelena, Txikierdi, y otras cuatro personas, estas últimas componentes del comando que escapó de Madrid tras el secuestro del industrial Diego Prado Colón de Carvajal. Estos cuatro etarras son María Belén González Peñalva, José, Ángel Urtiaga Martínez, Ignacio Aracama Mendía y José Luis Urrosolo Mendizábal.

Esta lista fue facilitada a las autoridades francesas tras el asesinato del capitán de Farmacia Alberto Martín, Barrios, atentado, sin embargo, reivindicado por ETApm VIIII Asamblea. El ministro Barrionuevo convocó al embajador Guidoni, a quien le transmitió el interés del Gobierno español por localizar a estos cinco miembros de ETAm, todos ellos proce sados en rebeldía por el Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional. Fuentes próximas a la Comisaría General de Información, departamento a cuyo cargo corre la actividad antiterrorista, indicaron que estos cinco miembros de ETAm no guardaban relación con el asesinato, del capitán Martín, aunque reconocieron que aquel momento, dada la indignación general producida en casi todos los medios políticos y sociales españoles, era el más oportuno para solicitar de Francia su collaboración en la entrega de estos terroristas.

Temor a un atentado en Madrid

No obstante, una de las principales preocupaciones actuales del mando antiterrorista es la posibilidad de que ETAm, a la que pertenecen los cinco integrantes de la lista, esté proyectando un nuevo atentado en la capital de España. Curiosamente, cuatro de estos etarras conocen Madrid, ya que su presencia fue: en su día advertida por la policía, especialmente en el caso de María Belén González Peñalva, que ha burlado en varias ocasiones el acoso de los funcionarios antiterroristas.La policía, anunció hace unos meses que tanto María Belén González Peñalva como sus tres compañeros -José Ángel. Urtiaga, Ignacio Aracama y José Luis Urrosolo- habían participado directamente en el secuestro de Diego Prado, hecho ocurrido en Madrid el pasado 25 de abril. Aunque estos cuatro etarras pudieron darse a la fuga, los servicios antiterroristas detuvieron en Madrid a otras personas, a las que se acusaba de formar parte de la infraestructura de la organización en la capital de España.

Existe la posibilidad de que ETAm mantenga en Madrid una infraestructura aún no descubierta y sin conexiones con las anteriormente desarticuladas que puede ser utilizada, a juicio de expertos policiales, en cualquier momento por la dirección de la organización para enviar a uno de: sus comandos ilegales. Precisamente, el responsable de estos comandos es el dirigente de la organización José Santiago Lasa MitxeIena, procesado en rebeldía como inductor del secuestro de Diego Prado.

Caso de que Lasa Mitxelena decidiera enviar a uno de sus comandos a Madrid, siempre según las fuentes informantes, es muy probable que cuente con alguno de los cuatro etarras citados, como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Ésta es la razón por la que las autoridades españolas han mostrado un doble interés por su localización: por ser destacados miembros de la organización y porque pueden moverse en Madrid con gran facilidad.

Delitos violentos

Aunque no existe confirmación oficial, es muy posible que a través de la Interpol se haya solicitado la localización y detención de estos cinco miembros de ETAm. La Interpol no trata asuntos directa mente relacionados con el terrorismo, aunque sí tiene competencia en un área denominada de delitos violentos. El delito por el que han sido procesados en rebeldía estos cinco miembros de ETAm es el secuestro del industrial Diego Prado, por cuya liberación obtuvieron más de 150 millones de pesetas, a pesar que en un principio solicitaban 1.200 millones. El hecho de que se trate de un secuestro, delito que excede érea terroriata, ha podido ser utilizado por la policía española para plantearlo a la Interpol.Se da la circunstancia de que para solicitar la detención de un delincuente a otro país se cursa una orden internacional de busca y captura a través de la Interpol, con objeto de proceder a la detención preventiva a efectos de extradición. Sin embargo, en medios policiales españoles no existe excesivo optimismo sobre una respuesta efectiva por parte de Francia sobre estos cinco etarras.