Pablo Neruda Las satrapías
Nixon, Frei, Pinochethasta hoy, hasta este amargo
mes de setiembre
de 1973,
con Bordaberry, Garrastazú y Banzer
hienas voraces
de nuestra historia, roedores
de las banderas conquistadas
con tanta sangre y tanto fuego,
encharcados en sus haciendas,
depredadores infernales,
sátrapas mil veces vendidos
y vendedores, azuzados
por los lobos de Nueva York.
Máquinas hambrientas de dólares,
manchadas en el sacrificio
de sus pueblos martirizados,
prostituidos mercaderes
del pan y el ai...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Nixon, Frei, Pinochethasta hoy, hasta este amargo
mes de setiembre
de 1973,
con Bordaberry, Garrastazú y Banzer
hienas voraces
de nuestra historia, roedores
de las banderas conquistadas
con tanta sangre y tanto fuego,
encharcados en sus haciendas,
depredadores infernales,
sátrapas mil veces vendidos
y vendedores, azuzados
por los lobos de Nueva York.
Máquinas hambrientas de dólares,
manchadas en el sacrificio
de sus pueblos martirizados,
prostituidos mercaderes
del pan y el aire americanos,
cenagales verdugos, piara
de prostibularios caciques,
sin otra ley que la tortura
y el hambre azotada del pueblo.
En algún lugar de Chile, 15 de septiembre de 1973.
Este poema, recogido por La opinión el 20 de septiembre, fue repartido en forma de pasquín por las calles de Madrid unos días después, y es una de los últimos, o tal vez el último, poema de Neruda.