El derribo del avión surcoreano fortalece la posición de Reagan sobre el rearme

El derribo por parte de la defensa aérea soviética de un Boeing 747 surcoreano el pasado 31 de agosto sobre el territorio extremo oriental de la URSS ha fortalecido las posiciones del presidente norteamericano, Ronald Reagan, que comparecerá próximamente ante el Congreso para pedir mayores partidas presupuestarias destinadas a defensa.Congresistas de los partidos republicano y demócrata coincidieron en que el "elemento emocional" desatado en la opinión pública norteamericana por el episodio del avión derribado inclinará la balanza del lado de las exigencias de Reagan en la votación parlamentaria sobre las dotaciones económicas destinadas al misil intercontinental MX, al bombardero B-1, al arma de gas nervioso y al proyecto de congelación nuclear.

Los tres primeros proyectos fueron aprobados el pasado mes de julio por escaso margen, sobre todo en la Cámara, habitualmente opuesta al programa de rearme de Reagan.

Los observadores señalan que el derribo del avión surcoreano ha dado a Reagan el argumento que necesitaba, y que su discurso del lunes, en el que anunció medidas moderadas contra la UR SS, le valió el apoyo de muchos demócratas opuestos a su política militar.

Junto con el temor de los congresistas a ser acusados de prosoviéticos, el representante ultraconservador Newt Gingricht resumió la impresión dominante al afirmar que "ahora será más dificil acusar a nuestros programas militares de amenaza para la paz mundial".

Jim Wright, líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, declaró que Reagan tiene ahora todas las posibilidades de que la próxima semana el Congreso dé luz verde a los fondos para el gigantesco misil MX, cuyo proyecto fue aprobado en julio por un margen de sólo 13 votos.

Reagan ha visto también reforzada su posición de cara al proyecto de congelación nuclear, aprobado antes de las vacaciones por el Congreso y que a fines de mes será debatido en el Senado.