La propuesta de Ronald Reagan de eliminar totalmente los misiles de Europa, considerada como un 'truco publicitario'

La propuesta del presidente norteamericano, Ronald Reagan, de reunirse con el líder soviético, Yuri Andropov, para firmar un acuerdo sobre la desaparición de todos los cohetes de alcance medio de la superficie de la Tierra, formulada por el vicepresidente de Estados Unidos, George Bush, la noche del lunes en Berlín Oeste, fue acogida muy positivamente por el canciller federal, Helmut Kohl, mientras que los comentaristas políticos la califican de truco publicitario.

La escenificación en la televisión del discurso de Bush fue una mezcla entre convención de empresa multinacional y acto de entrega de los Oscar. Salón de hotel decorado con terciopelo rojo, banquete con personalidades y periodistas, seleccionados en parte, con viaje y hotel pagados por el Gobierno de Berlín Oeste.Bush anunció: "Yo quisiera ahora leer una carta abierta del presidente Reagan a las gentes de Europa". Un intérprete se levanta apresurado y empieza a traducir las palabras de Bush, que son acogidas con aplausos.

Cuando Bush terminó, se levantó el canciller Helmut Kohl, que, con palabra y gesto torpe, agradeció cordialmente "este mensaje de paz, un testimonio de la voluntad de paz de nuestros amigos americanos. Yo sólo puedo esperar, y estoy seguro de que hablo aquí en nombre de la gran mayoría de mis conciudadanos en la República Federal de Alemania y aquí en Berlín, y en nombre de muchos compatriotas alemanes al otro lado del muro, que la disposición para un encuentro con el secretario general Andropov encuentre allí un oído atento, una mano tendida".

La noticia no encontró cabida en los periódicos de la República Federal de Alemania por lo avanzado de la hora. Sólo las emisoras de radio tuvieron tiempo para ocuparse de la oferta de Reagan, transmitida por Bush, y la coincidencia general es que la "carta a los europeos" no añade nada nuevo a la famosa opción cero.

El ex director del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres y actualmente redactor del semanario Die Zeit declaró en una entrevista radiofónica que "no puedo evitar la sensación de que la propuesta de un encuentro en la cumbre entre Reagan y Andropov se mueve en la esfera del truco publicitario. La propuesta no se mueve ni un milímetro de las realizadas por Reagan en el pasado, y no hay el menor motivo para suponer que Andropov acepte lo que Reagan propuso en noviembre de 1981, es decir, la opción cero.

Bertram dijo más adelante que lo que se espera aquí del propio Gobierno y de los Gobiernos amigos es algo más que pura propaganda. Por ese motivo, si algo aparece como una acción de relaciones públicas, puede que impresione en la Madison Avenue (centro de las empresas publicitarias en Nueva York), pero, a la vista del estado de opinión en Europa occidental, aquí no tendría efecto".

En una conferencia de Prensa ayer en Berlín Oeste, Bush especificó que la oferta de Reagan es "una mano tendida" a la Unión Soviética, que no sustituye las negociaciones de Ginebra. "Un éxito en Ginebra", dijo Bush, "sería el mejor camino para asegurar la paz". Bush añadió que la oferta a Andropov para firmar la desaparición de los cohetes atómicos de alcance medio no excluye la posibilidad de un encuentro previo entre los dos dirigentes.