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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Toreros y lucha de clases

Tomàs Delclós

La filmografía taurina es abundante y reiterativa. Para los cineastas extranjeros, la fiesta tiene la gracia de un exotismo menos prodígado que los collares de las hawaianas. Baste recordar las relecturas de Sangre y arena de Vicente Blasco Ibánez. Hay excepciones como las intentonas del inacabado trabajo del francés Abel Gance sobre Manolete en 1944, o Arruza, el filme de Bud Boetticher que quiere someterse a la rara disciplina de prescindir del entorno, de interesarse por los tres elementos básicos del rito: toro, torero y caballo. En general, sin embargo, el espada es la simbolización de la masculinidad latina y las lentejuelas y el público variopinto, con alguna peineta, son demasiado atractivos para el tecnicolor.En España, los aficionados recuerdan Tarde de toros de Ladislao Vajda, rodada en 1955. Están, asimismo, Currito de la Cruz, Chantaje a un torero, Los golfos y Aprendiendo a morir, entre otras. El exiliado Carlos Velo también puso su granito de arena. La mayoría reproducen miméticamente el tópico de Coros y Danzas y abusan de la baza melodramática de tener un amante que se juega varonilmente el tipo cada domingo o de la popularidad puntual de una figura. No es de extrañar, pues, que los cineastas españoles más críticos , amordazados todavía en los afíos sesenta a la hora de tratar determinados contenidos, utilizaran el tema del toreo para, con la mera inversión del tópico, denunciar indirectamente la imagen supuestamente especular que daba el cine español de su propio país. Bardem rodaría A las cinco de la tarde, el título tiene resonancias lorquianas, en 1960. Cinco años más tarde, Carlos Saura debutaría en el largometraje con Los golfos, crónica suburbial de los maletillas que rondaban la alternativa en la plaza madrilefia, en una variante castiza de la igualdad de oportunidades. Mientras Saura cogía los dificiles principios, Bardem presentaba a un torero caduco, Juan Reyes, cuyos tiempos de esplendor han pasado y vive a costa de su amante, una profesional del alterne. El filme está basado en la obra teatral La cornada de Alfonso Sastre. A las cinco de la tarde describe el interior del negocio taurino, la figura del apoderado, y la explotación de un hombre mientras es útil, la lucha de clases. La película pasó sin pena ni gloria. Tiene una factura correcta, los diálogos van al grano, y poco más.

A las cinco de la tarde se emite hoy por la segunda cadena a las 21.30 horas.

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