_
_
_
_

El Papa ha quedado muy impresionado de la acogida en España, según el embajador ante la Santa Sede

Juan Arias

El Papa ha quedado muy impresionado de la acogida en España a su persona y de la delicadeza espiritual de los Reyes, según informó el embajador de España ante la Santa Sede, Joaquín Puig de la Bellacasa, que acompañó a Juan Pablo II en el viaje de regreso a Roma desde Santiago de Compostela. Tres fueron las novedades de este viaje. La primera, que el Boeing 727 de Iberia tuvo que cambiar de ruta para evitar volar sobre Barcelona a causa de las perturbaciones atmosféricas, que hubieran hecho "bailar al avión papal", comentó el jefe de Prensa de Iberia. Por eso se prefirió hacer la ruta de Valencia, lo cual retrasó casi media hora el vuelo.

La segunda, que el Papa invitó a cenar en el avión al embajador, José Joaquín Puig de la Bellacasa, que esta vez formaba parte del séquito oficial. En la cena, organizada para que el diplomático español informara a Juan Pablo II sobre las primeras reacciones de su estancia en España, estuvieron presentes el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, y el sustituto de la secretaría papal, el arzobispo español Eduardo Martínez Somalo. La cena duró hora y media. El Papa apenas si probó bocado de la cena pantagruélica servida para todos por Iberia, con detalles que nunca hubo en otros viajes, como el regalo para cada uno de una botella de jerez especial, reserva de 1920, año en que nació Karol Wojtyla, y puros habanos con la vitola del viaje del Papa a España, envidia de muchos coleccionistas."El Papa ha quedado muy impresionado de la acogida en España a su persona y de la delicadeza espiritual demostrada por los Reyes en todo momento", dijo el embajador español a EL PAIS, y añadió que Juan Pablo II, contra todas las previsiones de la víspera del viaje, estaba seguro de que "España habría reaccionado con toda la fuerza de su alma católica". Durante la cena, el Papa habló muy poco. "Prefirió escuchar", dijo Puig de la Bellacasa, y además, aunque su aspecto era bueno, se le notaba profundamente cansado y por eso le resultaba también más difícil mantener una conversación en español, como hace cuando está menos cansado.

No hubo conferencia de Prensa

La tercera novedad fue que, contrariamente a lo que ha hecho en todos los demás viajes internacionales, esta vez el Papa no pasó a saludar a los informadores y a conversar con ellos. Y la cosa chocó más habida cuenta del nutrido grupo de periodistas españoles presentes esta vez en el avión, algunos de los cuales habían viajado a propósito de Madrid a Roma para tomar el vuelo papal, con la esperanza de que a la vuelta Juan Pablo II celebraría, como otras veces, una conferencia de Prensa.¿Por qué no lo hizo? Las hipótesis fueron varias. Según los alemanes, porque temió preguntas comprometedoras sobre el asunto de Polonia a las pocas horas de haber sido anunciada la fecha oficial del próximo viaje a su tierra natal. Según otros informadores, quizá el Papa prefirió evitar preguntas sobre el cambio socialista en España o sobre la actitud de la Iglesia con los militares, o sobre los rumores respecto a un posible atentado preparado por ETA en Euskadi durante su estancia en Loyola.

Sin embargo, según declaró el embajador Puig de la Bellacasa a este periódico, la cosa pudo ser más simple: "Usted sabe muy bien", dijo, "cómo en ocasiones más difíciles y delicadas Juan Pablo II no dejó nunca de someterse al tiroteo de los periodistas. Es un Papa con una gran capacidad de reflejos, y cuando quiere sabe muy bien o no responder o defenderse ante las preguntas indiscretas". "Personalmente", dijo, "pienso que se haya tratado más bien de cansancio. El Papa estaba molido y casi no se podía mover".

¿Y el atentado? ¿Y el cambio de programa en el aterrizaje a Loyola? Conversando con los periodistas, el portavoz del Papa, Romeo Panciroli, aseguró que se había tratado fundamentalmente de problemas atmosféricos, hasta el punto, afirmó, de que estaba ya preparado un tren alternativo para el Papa y los periodistas al no estar seguros de que se podría llegar en helicóptero.

También el embajador español ante la Santa Sede confirmó a EL PAIS que las condiciones climatológicas eran espantosas, hasta el punto de que aquel día el helicóptero que llevaba al representante del Gobierno se vio en tales dificultades que cuando aterrizó se brindó con champaña como si se hubiera resucitado. Sin embargo, es cierto, añadió el embajador, que el Gobierno había sido alertado sobre un posible atentado y que un perro policía había indicado en Loyola la presencia de explosivos bajo tierra, cosa que, sin embargo, no pudo comprobarse.

De cualquier modo, después de los últimos atentados a Juan Pablo II, no cabe duda de que ahora en todos sus viajes, según opinión de los informadores, se producirá siempre una especie de psicosis de atentado que llevará a las fuerzas policiales de cada país a estar siempre especialmente alertadas y a dar valor a simples sospechas que antes se habrían probablemente ignorado o minimizado.

Según informa desde Vigo Segundo Mariño, en previsión de que el Papa pudiera llegar a ser objeto de algún atentado durante su estancia en Galicia, se organizó un servicio de recogida de sangre de su mismo grupo, 0 negativo, en la jornada del martes último.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_