Contra Bernard Henry Levy

Bernard-Henry Levy, en unas detestables conclusiones sobre La derrota de la OLP, publicadas el domingo 26 de septiembre, apostrofado, sin razón, como nuevo filósofo, pregona desdeñosamente su xenofilia palestina; además, en esos predios, Bernard-Henry Levy se iguala como una gota de agua a los maquiavélicos y funestos postulados harto notorios del primer ministro de Israel, Menájem Beguin, y del líder palestino Yasir Arafat. La polemología, caro vocablo del sociólogo francés Gaston Bouthoul, parece acordarse satánicamente a las concepciones poco angelicales del conflicto palestino-israelí. Anhelábamos, a decir verdad, un plarnteamiento bronco y objetivo, sin prejuicios de tan eximio espíritu como lo es el de Bernard-Henry Levy, quien -¡helas!-, bajo una mirada benévola, se complacería ¡a picarnos, a embestirnos! mismo si los sucesos en Líbano, calentitos de sangre y de luto no se prestan... ¡Bernard-Henry Levy, con sus murmuraciones, busca más bien enredar la madeja, encender una brasa ya al rojo vivo!¡No necesitamos una cerilla, monsieur Bernard-Henry Levi; más bien necesitaríamos un poco de agua, mucha agua! /