Unión Explosivos Río Tinto aplaza el pago de sus deudas

Unión Explosivos Río Tinto (ERT) ha anunciado a sus bancos acreedores que bloqueará la devolución de los principales de sus deudas, manteniendo el pago de los intereses, hasta que mantenga conversaciones con ellos para renegociar las condiciones de su deuda. Paralelamente, un banco de negocios neoyorquino, Lenham Brothers, ha aceptado actuar como consejero financiero de ERT para tranquilizar a los acreedores internacionales de la compañía.

Ambas operaciones son interpretadas en medios financieros como soluciones para evitar tener que adoptar medidas más drásticas que algunos medios cons...

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Unión Explosivos Río Tinto (ERT) ha anunciado a sus bancos acreedores que bloqueará la devolución de los principales de sus deudas, manteniendo el pago de los intereses, hasta que mantenga conversaciones con ellos para renegociar las condiciones de su deuda. Paralelamente, un banco de negocios neoyorquino, Lenham Brothers, ha aceptado actuar como consejero financiero de ERT para tranquilizar a los acreedores internacionales de la compañía.

Ambas operaciones son interpretadas en medios financieros como soluciones para evitar tener que adoptar medidas más drásticas que algunos medios consideran que se harían prácticamente imprescindibles como consecuencia del volumen que han alcanzado sus cargas financieras.Las bolsas españolas se hicieron eco ayer de las incertidumbres de ERT y los precios de sus acciones bajaron en porcentajes superiores al 10%, debido a una creciente oferta, que en la Bolsa madrileña alcanzaba cantidades superiores a las 300.000 acciones. El precio al que han. quedado estos títulos, 11%, es decir, 55 pesetas, representa un mínimo histórico en su cotización.

Después de la reunión de acreedores celebrada el viernes de la semana pasada, comenzó a circular el rumor en medios financieros de que ERT podía estar planteando suspender pagos. Los representantes de las cajas de ahorro pusieron serias dificultades a continuar aportando financiación al grupo, y otro tanto plantearon los de Banesto. Los bancos extranjeros venían manifestando desde hace varias semanas su preocupación.

Ante esta situación se aceleraron las gestiones para conseguir una salida a la situación que no pasase por la suspensión de pagos. Los bancos Hispano Americano, Urquijo y Bilbao, principales banqueros nacionales de ERT, no deseaban esa solución. Además podría plantearse un problema político adicional en vísperas electorales: el actual presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, fue consejero delegado de la compañía, y su cuñado, Miguel Doménech, presidente de la UCD madrileña, responsable de la división inmobiliaria. A los tiempos de su gestión remiten diversos medios financieros el origen de los actuales problemas de ERT.

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El volumen total de deuda de Unión Explosivos Río Tinto supera los 100.000 millones de pesetas

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El volumen de las deudas de la compañía se eleva a algo más de 100.000 millones de pesetas, de los que aproximadamente la mitad corresponden a financiación en divisas. En el ejercicio de 1981 los gastos financieros de ERT ascendieron a 17.396 millones de pesetas. Esta cantidad se ha incrementado en el actual ejercicio, tanto como consecuencia del mantenimiento de la política de inversiones de la compañía -este año destinará 10.000 millones de pesetas a sus divisiones de abonos, petróleo y explosivos- como a causa de la depreciación de la peseta frente al dólar, moneda en la que están constituidos la mayor parte de los préstamos internacionales de la sociedad.

Ante esta situación los responsables de ERT han decidido intentar reestructurar la composición de su deuda. En este sentido, ayer remitieron a la mayor parte de las 120 entidades de crédito con las que tienen concertados préstamos un telex en el que tranquilizaban a sus acreedores sobre la situación y el futuro de la compañía y les comunicaban que continuarán pagando los intereses, mientras que las amortizaciones de capital las pospondrán a las conversaciones con estas entidades, para lo que contarán con el asesoramiento de Lehman Brothers Kuhn Loeb Inc,

Ésta última firma es un banco de negocios norteamericano especializado en aportar asesoramiento y gestión a grandes empresas con problemas financieros. Ha actuado en los planes de viabilidad de Chrysler, International Harvester y AEG, y en medios próximos a ERT se considera que su presencia puede constituir una garantía para los acreedores extranjeros.

Evitar el estrangulamiento financiero

En principio, el aplazamiento en el pago de las amortizaciones de los préstamos tiene como objde la compañía, ganar tiempo -unos seis meses- hasta que se afiance el Gobierno que resulte de las próximas elecciones y se puedan obtener algún tipo de ayudas oficiales, aunque no sean más que en forma de avales, y, por último, proceder a una necesaria reestructuración de la deuda de ERT, buscando ampliar y racionalizar los plazos de amortización de las deudas.

La dureza que han venido presentando los mercados financieros internacionales en los últimos meses, agravadas por las crisis de los países en desarrollo y por la propia situación preelectoral en el caso español, han afectado negativamente a Explosivos, hasta el punto de que en las últimas semanas tomaba financiación prácticamente a cualquier plazo. Con ello se ha producido una concentración de vencimientos de créditos en estos meses que han puesto en serias dificultades a la propia compañía.

La ausencia de apoyos oficiales a ERT ha sido criticada desde algunos círculos económicos, donde se apuntaba que la sociedad carecía en los momentos actuales de resortes donde conseguir financiación. Los mercados en las emisiones públicas y las de las empresas eléctricas, que toman las cajas de ahorro.

Préstamo del ICO

Desde medios bancarios próximos a la compañía se llegó incluso a intentar, hace algunas semanas, que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) prestase a Explosivos unos 10.000 millones de pesetas. La operación no pudo ser posible, según fuentes próximas a los promotores de la misma, por falta de autorización administrativa. Diversos sectores del mundo de las finanzas quisieron ver en aquella operación un intento por parte de los bancos más directamente relacionados con ERT de traspasar al Estado una parte del riesgo, que tendrían que asumir para garantizar la solvencia de la sociedad.

En el balance de 1982 se contabilizarán las pérdidas por riesgo de cambio -el incremento en las deudas que ha producido la devaluación de la peseta frente al dólar-, que pueden ascender sólo en el primer semestre del año a 2.000 millones de pesetas.

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