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Preocupación en la CEE por el rechazo del acuerdo del acero por parte de siderúrgicos norteamericanos

La Comunidad Económica Europea (CEE) manifestó ayer oficialmente su preocupación por el rechazo M acuerdo sobre el comercio de acero con Estados Unidos por parte de los propios siderúrgicos estadounidenses. "Las declaraciones de algunos productores de acero de Estados Unidos, poco favorables al acuerdo logrado ayer entre la Comisión Europea y el Gobierno de Washington, no arreglan las cosas", comentó el jefe de la delegación comunitaria, Etienne Davignon.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Davignon, y su colega Wilhelm Haferkamp, encargado de Relaciones Exteriores, negociaron el viernes con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Malcolm Baldridge. La Comisión y el Departamento de Comercio acordaron en Washington hacer todo lo necesario para limitar la parte del mercado estadounidense de acero a la CEE al 5,754%, en vez del 6,3% cifrado en 1981 (EL PAIS, 7 de agosto de 1982).

Eventual cambio de postura

Por su parte, Washington se comprometía a retirar todos los aranceles y las denuncias por competencia desleal antes del 15 de septiembre, para firmar el acuerdo valedero desde el 1 de octubre de 1982 al 31 de diciembre de 1985. A la vez, se acordó negociar sobre los problemas que puede plantear la exportación de tubos de acero de la CEE a Estados Unidos, ya que el acuerdo sólo es válido para once categorías de acero, como chapa y laminados.

"Las autoridades de Estados Unidos no han informado todavía a la Comisión Europea sobre un eventual cambio de su postura, que consistía en recomendar a la industria siderúrgica norteamericana que se aceptara el acuerdo", dijo ayer el vicepresidente de la CEE, Etienne Davignon. "Para la Comisión no hay nueva situación hasta que no se informe oficialmente desde Washington de un cambio de actitud", añadió.

"De conformidad con el acuerdo, el plazo último para una retirada de todas las denuncias contra los exportadores comunitarios de acero está fijado para el 15 de septiembre de 1982", explicó. "Por su parte", concluyó Davignon, "la Comisión va a preparar todos los mecanismos técnicos y jurídicos, en estrecho contacto con los países y con la industria siderúrgica comunitaria, para respetar este plazo".

El gigante siderúrgico estadounidense US Steel rechazó el acuerdo de principio que ponía término a la guerra del acero, por considerarlo insuficiente para los intereses de Estados Unidos. La Comisión Europea destacó que no pensaba volver a negociar sobre un sacrificio) que ya iba a costar bastante a, los productores comunitarios, con una pérdida de salida para tina producción de 450.000 toneladas al año.

Medios próximos a la Comisión esperan que el Gobierno de Estados Unidos, muy favorable a los términos del acuerdo, consiga vencer las dificultades que plantean los siderúrgicos y se pueda llegar a una paz verdadera en la guerra del acero.

Mientras se complicara solución de la guerra del acero con Estados Unidos, la Comunidad Económica Europea (CEE) acaba de publicar un informe que muestra un negro futuro para su siderurgia. La Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la CEE, señala en este estudio de expertos publicado ayer que la CEE no podrá resistir la competencia de países jóvenes en un futuro no muy lejano.

Desde el comienzo de la caída en el mercado mundial del acero, observada a partir de 1973, los productores de la CEE registraron las pérdidas de mercados más importantes. La parte de las exportaciones de la siderurgia de la CEE en el mercado mundial llegó a una cifra máxima en 1974, con el 38%, y bajó al 30% actual.

Estas exportaciones se resintieron, sobre todo, por haberse concentrado en los mercados de países industrializados, que también sufrieron la crisis en su siderurgia. Se calcula en un 31% la proporción de acero de la CEE hacia países europeos fuera del Mercado Común, como España, y en un 14% la que se exporta a los países europeos del bloque comunista.

Mientras que este último mercado continúa, aunque a ritmo lento, asegurando salidas al acero de la CEE, el de Europa occidental y de Norteamérica se está cerrando cada vez más. El acuerdo para limitar las exportaciones de acero a Estados Unidos hasta 1985 significaría la pérdida de un mercado de medio millón de toneladas al año.

El mercado de Estados Unidos, que representa el 14% de las exportaciones de la CEE, se reducirá notablemente ante la crisis norteamericana.

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