Argentina estrena con su derrota ante Gran Bretaña una nueva e incierta etapa en el terreno político
Una nueva e incierta etapa de la vida política argentina se abrió ayer, después de que el país conociese su derrota militar frente a los ingleses en las islas Malvinas, aunque no todavía las condiciones exactas de la capitulación, que no se hicieron públicas, y de que se alzaran las primeras voces pidiendo la dimisión de la Junta Militar y el fin de la dictadura.
Los tres miembros de la Junta mantuvieron ayer una larga reunión para estudiar la situación política y militar, pero, contra lo que se esperaba, el presidente de la República, general Leopoldo Galtieri, no habló al país ni anunció lo sucedido en las Malvinas tras la entrevista celebrada el lunes entre los dos jefes militares enemigos, generales Jeremy Moore y Mario Benjamín Menéndez. El Estado Mayor informó ayer que se había firmado un acta en la que se establecen las condiciones del alto el fuego y de la retirada de tropas."El Gobierno debe irse"
Los medios informativos, que comenzaron hablando de "tregua" y de "alto el fuego", para explicar lo ocurrido en las Malvinas, se referían ya abiertamente ayer a "capitulación", "rendición", y "derrota", aunque subrayando que la soberanía sobre el archipiélago es una aspiración a la que no renunciará jamás Argentina. Los comentarlos editoriales insistían en que hay que aprovechar la unidad que el tema de las Malvinas ha creado en el país para emprender juntos un nuevo camino. Muchos hablan directamente de un proceso de "institucionalización" que ponga fin al régimen militar que rige el país desde 1976.
La primera voz que se levantó ayer con increíble dureza contra la Junta Militar fue la de Raúl Alfonsín, líder de una facción del Partido Radical, que hizo pública una declaración en la que afirma que "las fuerzas armadas no merecen este destino" y "el país no merece este Gobierno", por lo que "este Gobierno debe irse ya, para que cese la usurpación del poder y hoy mismo se debe poner en marcha un período de transición civil hacia la democracia".
Alfonsín señala que "es hora de escuchar la voz del pueblo" y añade que esa voz "es también la de los hombres de las Fuerzas Armadas que han visto comprometida su institución y su misión por el manejo de una minoría dispuesta a todo para aumentar su poder". Y concluye diciendo: "basta de decadencia, de irracionalidad y de muerte".
Transición política
Por el contrario, el presidente del mismo partido, La Unión Cívica Radical, Carlos Contín, declaró que "a las Fuerzas Armadas, vencedoras o con un revés en las islas Malvinas, las hemos de recibir en triunfo, porque han recuperado el prestigio del país". Para Contín lo importante es conservar la unidad nacional y sentirse solidarios con el Ejército.
El documento sobre la transición a un régimen civil que iban hacer público ayer los cinco partidos políticos más importantes de la nación, agrupados en la "multipartidaria", quedará inédito por el momento, dadas las circunstancias creadas por la derrota militar en las Malvinas. iklgunos aspectos del proyecto se han filtrado, sin embargo, y se sabe que postula la democratización definitiva del país en marzo de 1984, con elecciones libres a celebrarse en el otoño anterior, y pide la reactivación inmediata de los partidos políticos y los sindicatos.
El estatuto que regulará el funcionamiento de los partidos íba a ser promulgado a finales del presente mes y, en opinión del jefe de la fuerza aérea, no se retrasará. El brigadier Basilio Lami Dozo, que apunta como el nuevo "hombre fuerte" de la Junta Militar, dijo ayer que el combate de Puerto Argentino (Port Stanley) era "sólo una batalla más", un episodio, porque lo esencial es "el consolidar y hacer una Argentina realmente ímportzinte y protagonista del mundo del futuro".
Lami Dozo, que tiene en su haber el importiinte rédito político que le da el hec:ho de que haya sido la fuerza aérei argentina el único arma que ha ciusado serios daños a la flota británica, podría tener un papel muy impiortante en el futuro político argeritino, según varios observadores, que ven también en alza la figura del general Alfredo Saint Jean, ministro del Interior y principal autor del estatuto de los partidos políticos.
