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Cristina de Córdoba,

minusválida física española, de 35 años de edad, fue recibida el jueves, en Londres, por el cardenal Basi Hume, primado de Inglaterra, quien al despedirse, en una confusión lingüística, dijo arrivederci. Invitada a la capital británica por la sociedad anglo-española, Cristina ha recorrido esta semana, en su silla de ruedas, cuatro grandes museos y la catedral de San Pablo. Asistió a una sesión de la Cámara de los Comunes, donde le extrañó la vivacidad de los debates, y el miércoles fue invitada de honor en la cena anual de la citada sociedad. Gracias a un permiso especial, pudo p...

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minusválida física española, de 35 años de edad, fue recibida el jueves, en Londres, por el cardenal Basi Hume, primado de Inglaterra, quien al despedirse, en una confusión lingüística, dijo arrivederci. Invitada a la capital británica por la sociedad anglo-española, Cristina ha recorrido esta semana, en su silla de ruedas, cuatro grandes museos y la catedral de San Pablo. Asistió a una sesión de la Cámara de los Comunes, donde le extrañó la vivacidad de los debates, y el miércoles fue invitada de honor en la cena anual de la citada sociedad. Gracias a un permiso especial, pudo presenciar el tradicional cambio de la guardia desde dentro de las rejas del palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II. Ayer visitó una casa de minusválidos, hoy irá a un concierto y mañana al castillo de Windsor. Esta pelirroja, de despiertos ojos marrones, señalo a EL PAÍS que "España es el país más atrasado de Europa en lo que se refiere a los minusválidos físicos. Aquí, en Gran Bretaña, se les considera personas. En España, objetos". Cristina se quejó especialmente de la negativa actitud de los taxistas madrileños hacia las sillas de ruedas.

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