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Las difíciles relaciones franco-americanas

Le FigaroLenta, pero inexorablemente, las relaciones entre París y Washington se deslizan hacia una crisis. Desde ahora, una constatación se impone: en ocho meses, las contradicciones de nuestra diplomacia y su doble lenguaje han logrado dilapidar el capital de confianza que la Francia de Mitterrand disponía a priori en la América de Reagan.La tempestad todavía no ha estallado, pero se concentra en el secreto de las cancillerías. En el nivel más alto de la Administración americana no se ocultan en conversaciones privadas los sentimientos de decepción y de rencor. Si esas reacciones no se expresan todavía claramente en las declaraciones oficiales, es que el presidente Reagan y su secretario de Estado, Alexander Haig, estiman indispensable una apariencia de unidad de la familia atlántica, mientras subsista la posibilidad, una débil esperanza, de aflojar la opresión que pesa sobre el pueblo polaco

Y, sin embargo, François Mitterrand mismo, sin perder un minuto, autorizó la firma con la Unión Soviética de un importante contrato de suministro de gas siberiano No obstante, seguimos asegurando a los americanos que son nuestros mejores socios y amigos. Pero suministramos armas a Nicaragua, en una región minada por la subversión soviético-cubana, considerada por Washington como una zona de seguridad prioritaria ( ... ).

31 de enero

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