Escaso entusiasmo en la dirección de UCD ante la reelección de Cañellas
Antón Cañellas fue reelegido presidente de los centristas catalanes al término del 21 congreso del partido, que se clausuró en Lérida el domingo.Para el cargo de secretario general fue elegido Julián Valón. Asistieron a la clausura de las tareas del congreso el vicepresidente del Gobierno, Rodolfo Martín Villa; los ministros de Administración Territorial e Interior y el secretario general de la UCD, Iñigo Cavero.
El resultado del congreso ha supuesto la total marginación del llamado sector renovador del partido. Políticos de este sector que gozan de una buena imagen electoral, como Eduardo Punset o el ex ministro Manuel Jiménez de Parga, no asistieron siquiera a las sesiones.El propio secretario general de la UCD, Iñigo Cavero, que declinó sentarse en la mesa presidencial y rehusó tomar la palabra en público, mostró su desacuerdo hacia el resultado del congreso. "Había que haber puesto", señaló, "más énfasis en la integración en el partido. Los vencedores han de ser más generosos".
La marginación del sector renovador de la dirección del partido ha motivado el anuncio de abandonos en el partido por parte de dos parlamentarios centristas catalanes. Se trata de Joan Botanch, diputado por Gerona, y Emill Casals, senador por Tarragona. Este último ha manifestado que solicitará el ingreso en la UCD estatal.
Parlamentarios de la propia UCD señalaron que la victoria de Cañellas y su grupo en el congreso de Lérida será una victoria pírrica" y aseguraron que la UCD estatal no permitirá que Cañellas continúe con la política que ha llevado al partido a una profunda división interna. Las mismas fuentes hicieron mención a una operación para liquidar el actual proceso. Un probable nombramiento de Cañellas como embajador en un país latinoamericano -Venezuela con toda probabilidad- y la incorporación a Centristas de Cataluña de Federico Mayor Zaragoza, serían las dos primeras medidas para reconducir el partido en Cataluña.
Marcelino Moreta, diputado centrista por Barcelona, había señalado, el mismo día del inicio del congreso: "No vale la pena asistir a la reunión de Lérida. Todo está decidido de antemano". En cuanto a la pérdida de imagen de los centristas, Moreta dijo: "No encuentro a nadie que quiera votar a CC-UCD, ni tan siquiera mi mujer".
La elección de la nueva ejecutiva de Centristas de Cataluña-UCD se hizo mediante la presentación de una única lista, encabezada por Cañellas. Esta lista, en la que no estaban los miembros del sector renovador, obtuvo 403 votos afirmativos, 119 en blanco y doce nulos. Con anterioridad, la ponencia de estatutos había impedido ya que los presidentes provinciales de las organizaciones del partido fueran miembros natos de la ejecutiva.
