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HOY SERÁ ENTERRADO SADAT

Una economía desestabilizada por la explosión demográfica

La economia fue siempre el talón de Aquiles del régimen de Sadat y el problema número uno de Egipto. El país, de 42 millones de habitantes, importa el 75% del trigo que consume y cerca del 50% de todas sus necesidades alimentarias. Y lo que es más grave, su población crece a un ritmo del 2,7%, lo que significa que cada año nacen más de un millón de egipcios.El imparable ascenso de los precios del petróleo a lo largo del año pasado ayudó a dar al país el primer superávít en su balanza de pagos en los últimos veinte años. Otros factores que han contribuido a ello son la reapertura del canal de Suez (mil millones de dólares), las remesas de los emigrantes egipcios en el extranjero (2.500 millones de dólares) y el turismo (setecientos millones).

Todo ello, sin embargo, no ha sido suficiente para que algunas grandes companias se decidan a invertir en Egipto. Mientras Volkswagen y General Motors anuncian planes de instalación en el país, otras tienen serios problemas, como Union Carbide, o anuncian su retirada tras dos años de pérdidas, caso de Wilkinson Match.

Egipto dispone actualmente de petróleo por valor de 7.000 millones de dólares, después de casi haber quintuplicádo su producción en los últimos siete años. De la producción anual, unos 33 millones de toneladas, las exportaciones rondan los 3.000 millones de dólares.

Los trabajadores en el extranjero, que son casi dos millones, envían cada año cerca de 3.000 millones de dólares en forma de transferencias, depósitos, liquidez y financiamiento de la importación.

Un aspecto fundamental de la economía egipcia es la crecida ayuda que recibe de otros países. Occidente contribuye con 2.000 millones de dólares anuales a mantener en pie el sistema financiero de El Cairo. Estados Unidos prestó el año pasado una ayuda de 1.200 millones, y otros ochocientos corrieron por cuenta de Europa y la Comunidad Económica Europea.

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