Carlos Gil: "El atletismo español solo tiene un bonito escaparate"

«El atletismo español tiene un bonito escaparate, pero hay que mirar en la trastienda para conocer su auténtica valía, y entonces se ve que detrás hay poco peso específico». Carlos Gil, director técnico y seleccionador, define así la situación del atletismo nacional, que en esta temporada ha alcanzado sus cotas más altas como equipo.En la Copa de Europa, España se clasificó en duodécima posición y tuvo acceso, por primera vez, a la final B. Era la consecuencia lógica del progreso efectuado desde que Llopart quedó campeón europeo hace tres años. Se contaba con un plantel de atletas importantes,...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«El atletismo español tiene un bonito escaparate, pero hay que mirar en la trastienda para conocer su auténtica valía, y entonces se ve que detrás hay poco peso específico». Carlos Gil, director técnico y seleccionador, define así la situación del atletismo nacional, que en esta temporada ha alcanzado sus cotas más altas como equipo.En la Copa de Europa, España se clasificó en duodécima posición y tuvo acceso, por primera vez, a la final B. Era la consecuencia lógica del progreso efectuado desde que Llopart quedó campeón europeo hace tres años. Se contaba con un plantel de atletas importantes, pertenecientes a la categoría olímpica, pero cuyo rendimiento, sin embargo, no fue óptimo a nivel general. Carlos Gil los excusa: «Que no estuvieran todos a un gran nivel es lógico, porque fue una temporada en la que no había que luchar individualmente. No obstante, de aquí a Los Angeles todos tendrán que mejorar sus marcas, porque allí no se puede ir con los mismos registros que en Moscú».

De todos los atletas olímpicos, hubo particularmente dos que estuvieron muy lejos de sus marcas. Sobre éstos, el director técnico dice: «Corgos no puede seguir arrastrándose por las pistas; es un atleta de gran categoría y con unas condiciones envidiables; sus lesiones tienen que acabarse. Por lo que respecta a Sánchez Vargas, hay que arreglarle el problema de su entrenador, que no es profesional».

Este grupo de atletas olímpicos es, para Carlos Gil, el bonito escaparate del atletismo español. En la trastienda están escondidas las pruebas de velocidad, altura y lanzamientos: «La principal dificultad que hay en velocidad es que el especialista de esta prueba nace, no se hace, y aquí sólo hay dos hombres con los que al menos se puede trabajar, Carbonell y Arqués, pero éstos tenían ya que estar por debajo de los 10.40. La altura es una prueba en baja, pero parece que se vislumbran valores; habrá que esperar. En lanzamientos es donde hay que trabajar y estimular a los que están arriba, sean buenos o malos, porque no hay más».

Hay también una realidad en el atletismo español de esta temporada. Ha sido el año en que menos récords nacionales se han batido. En las pruebas olímpicas establecieron nuevos topes José Luis González, Cerrada, Moracho, Alonso, Oriol y Alcántara. De las chicas, sólo hizo récord Ana Pérez, en heptatlón, disciplina de reciente creación. A Carlos Gil también le preocupa este tema, y el próximo año él será también el responsable del atletismo femenino: «Ballesteros será mi adjunto; es una persona válida, pero criticada por ser entrenador de atletas que pueden tener entrada en la selección».

Archivado En