Tribuna:

No hay pasodoble

Los niños españoles no podrán jugar con el balón del Mundial de España; seguirán haciéndolo con el de Argentina. La FIFA nos impondrá de nuevo el tango. La Federación Internacional, que entre otras prerrogativas organizativas se reserva el derecho de las pelotas, mantiene su contrato con la multinacional que ha invadido el deporte mundial, incluidos los países del este de Europa, y repite en España el balón de hace cuatro años.En pasados campeonatos del mundo los goles se marcaron con balones españoles, fabricados en la cárcel de Ocaña. Ahora parece que la mano de obra más barata está e...

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Los niños españoles no podrán jugar con el balón del Mundial de España; seguirán haciéndolo con el de Argentina. La FIFA nos impondrá de nuevo el tango. La Federación Internacional, que entre otras prerrogativas organizativas se reserva el derecho de las pelotas, mantiene su contrato con la multinacional que ha invadido el deporte mundial, incluidos los países del este de Europa, y repite en España el balón de hace cuatro años.En pasados campeonatos del mundo los goles se marcaron con balones españoles, fabricados en la cárcel de Ocaña. Ahora parece que la mano de obra más barata está en Oriente, y la multinacional que tiene la exclusiva ha preferido explotar, hasta el final, la imagen del tango.

El gran negocio del Mundial-82 tiene tantos tentáculos fuera de nuestras fronteras, que es imposible lograr que aquí se quede la gran tarta. Por si faltaba algo, los equipos rentables corren el riesgo de no obtener la clasificación.

Inglaterra, Holanda, Francia y Portugal tienen grandes dificultades para poder participar en el campeonato español. Si perdemos a las cuatro, nos quedaremos sin el turismo del vuelo charter y el de los fines de semana. La gran ventaja de los mundiales europeos reside en las múltiples posibilidades que ofrecen a los aficionados para los traslados masivos en viajes de veinticuatro horas. El chorro de divisas. con las bajas que se prevén, se verá muy mermado.

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