Razón de Estado, razón de justicia

La concesión de la extradición del presunto etarra Tomás Linaza por la judicatura francesa, pendiente aún del refrendo por parte del Gobierno francés, que cerraría a la organización terrorista vasco-española el acceso al santuario francés, sitúa ahora el caso en el ámbito estrictamente político. Tras la decisión del poder judicial, ahora corresponde pronunciarse al Ejecutivo galo y ya sabemos que los Gobiernos no se mueven por criterios de justicia, sino de conveniencia, ya no sólo de las personas o grupos que apoyan al Ejecutivo, sino de los intereses generales que administra.Más que supuestas complicidades entre Mitterrand y su equipo de Gobierno, con los etarras, que no existen, juegan en contra de la reclamación española -compartida con el Gobierno por la mayoría de las fuerzas de oposición- el temor francés -compartido por la derecha y la izquierda- a ver el terror implantado en los Pirinées Atlantiques, conocidos como Euskadi norte en el lenguaje abertzale. Hasta ahora ha resultado cómoda la actitud insolidaria y egoísta de los franceses, de la que ha sabido aprovecharse la organización terrorista. (...)

, 5 de junio