La economía, protagonista de última hora
La economía, que ocupó un lugar preferente, por énfasis y extensión, en el discurso de investidura de Calvo Sotelo ante el Congreso, ha pasado casi inadvertida en cuanto a grandes decisiones del Gobierno en los primeros 99 días de su presidencia. Los acontecimientos más importantes en materia económica, la aprobación del decreto de reconversión industrial y el acuerdo con sindicatos y patronal sobre empleo, se produjeron ayer, coindiendo con los cien días de Calvo Sotelo al frente del Gobierno:El presidente del Gobierno, en el discurso de investidura, afirmó que su Gabinete centraría la atención en seis grandes temas: problema energético, creación de puestos de trabajo, inflación, reconversión industríal, liberalización de la actividad económica y de las exportaciones y situación de la agricultura y la pesca.
En materia energética tan sólo se ha adoptado con claridad -a lo largo de los cien días- la promesa relativa a la creación del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH). Un ente que se encontraba ya configurado sobre el papel, por otra parte, en la etapa previa de vicepresidente para Asuntos Económicos de Leopoldo Calvo Sotelo, y cuyo perfil definitivo -tras las fuertes críticas que provocó la segregación del mismo de la distribución de Campsa- saldrá de su tramitación como proyecto de ley en las Cortes.
Sobre desempleo, otro de los puntos programáticos del presidente, a últimas horas de la tarde de ayer -tras tres meses de negociaciones entre patronal, sindicatos y Gobierno- se llegó a un acuerdo que gira esencialmente en torno a una acotación de los incrementos salariales (entre el 9% y el 11%) para 1982. Este acuerdo de moderación salarial, que en alguna medida es continuación del acuerdo-marco suscrito en los dos últimos años por UGT y CEOE, está acompañado de otras medidas -desarrollo del Estatuto de los Trabajadores o modificaciones en cuanto al subsidio de desempleo o la financiación del Estado a la Seguridad Social- que muy bien podían tomarse independientemente del mismo. Este pacto entre la Administración y las fuerzas sociales pretende, como principal objetivo, congelar los actuales niveles de paro.
También ayer, a última hora, el Consejo de Ministros aprobó -tras cuatro controvertidos proyectos de decreto- un decreto-ley sobre reconversión industrial. Decreto que sucede al relativo a la reconversión de la siderurgia integral. Pese a estas medidas, la falta de una política industrial definida sigue siendo una realidad.
En cuanto a la inflación, los últimos datos sobre incremento de precios al consumo hablan ya de una proyección para final de año del 15%, un punto más que las previsiones de la OCDE y punto y medio más que lo previsto por el Gobierno. Y todo ello en unos meses en que no se han producido grandes sobresaltos en los precios de los crudos.
La reducción del gasto público, objetivo de Calvo Sotelo
La reducción del gasto público, otra de las prioridades de Calvo Sotelo, se cumplió en alguna medida con la reducción de los ministerios y la refundición de departamentos. No obstante, el nivel de gasto público sigue siendo muy fuerte y actuando negativamente sobre la situación económica. La salida del Estado al mercado en busca de recursos para financiar los déficit públicos detrae financiación al sector privado y perturba las condiciones del dinero.En cuanto a la liberalización del sistema económico, en los cien días no se ha producido ningún avance (sólo la entrada en vigor de la reordenación del sistema financiero, prevista con anterioridad) y sí algún retroceso (freno a determinadas importaciones del Extremo Oriente). En agricultura y pesca no se ha producido ningún cambio sustancial sobre la situación que se venía arrastrando en los últimos años.
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