Savater: "El Estado anula la creatividad"

«En la sociedad moderna, el Estado actúa como un padre superprotector que obliga al individuo, por un amor excesivo, a la sumisión más alarmante y le anula su capacidad creativa», afirmó el filósofo Fernando Savater en el transcurso de un acto celebrado en la librería Fuentetaja con motivo de la presentación del libro Espacios de poder, de Michel Foucault y otros autores. También intervinieron en el mismo acto el ensayista Gabriel Albiac, el periodista Manuel Revuelta y el filósofo Antonio Santesmases.Para Manuel Revuelta, el interés de la lectura de Espacios de poder se encuentr...

«En la sociedad moderna, el Estado actúa como un padre superprotector que obliga al individuo, por un amor excesivo, a la sumisión más alarmante y le anula su capacidad creativa», afirmó el filósofo Fernando Savater en el transcurso de un acto celebrado en la librería Fuentetaja con motivo de la presentación del libro Espacios de poder, de Michel Foucault y otros autores. También intervinieron en el mismo acto el ensayista Gabriel Albiac, el periodista Manuel Revuelta y el filósofo Antonio Santesmases.Para Manuel Revuelta, el interés de la lectura de Espacios de poder se encuentra sobre todo en su estudio de los métodos de control, mecanismos disciplinarios, progresiva individualización, pasivización, aislamiento y culpabilización.

Se refirió concretamente a dos aspectos: el de la enseñanza y el de las cárceles, y dijo que en uno y otro caso, y más allá de otras consideraciones, existe hoy una preocupante toma de posiciones de los sectores más progresistas de este país hacia la opción por el modelo disciplinario y represivo.

Y apoyó en algunos datos su afirmación: « En 1979 había en España 10.500 presos; en 1980, 14.000, y en 1981, 20.000. En los tres últimos meses», indicó, «se han inaugurado diez o doce cárceles, con capacidad para 2.000 presos, y de aquí a 1984 existe un proyecto de invertir 18.000 millones de pesetas en la construcción de nuevos centros para recluir a 18.000 presos.

Fernando Savater se refirió a la zozobra que siente hoy el filósofo educado en una tendencia especulativa y en una búsqueda de la totalidad, aunque sea para destruirla o negarla.

Ello se ha perdido, dijo, en parte, al ser sustituido por «esa jerga originada por la necesidad de venta constante de productos nuevos, con combinaciones continuas de palabras y juegos verbales, que nada tiene que ver con el juego conceptual en el sentido clásico».