Cartas al director

Los enfermos mentales y el divorcio

El presente proyecto de ley sobre regulación del matrimonio contempla en su artículo 82 las alteraciones psiquiátricas como causa de separación matrimonial, diciendo textualmente: «4º El alcoholismo, la toxicomanía o las perturbaciones mentales, siempre que el interés de la familia exija la suspensión de la convivencia y no pueda esperarse razonablemente su restablecimiento ».Como suele ser habitual cuando se tocan problemas psiquiátricos, el tratamiento impresiona como fugaz y superficial, contemplando sólo el interés familiar cuando éste puede entrar en conflicto con el interés personal de c...

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El presente proyecto de ley sobre regulación del matrimonio contempla en su artículo 82 las alteraciones psiquiátricas como causa de separación matrimonial, diciendo textualmente: «4º El alcoholismo, la toxicomanía o las perturbaciones mentales, siempre que el interés de la familia exija la suspensión de la convivencia y no pueda esperarse razonablemente su restablecimiento ».Como suele ser habitual cuando se tocan problemas psiquiátricos, el tratamiento impresiona como fugaz y superficial, contemplando sólo el interés familiar cuando éste puede entrar en conflicto con el interés personal de curación. Creo que se podrían hacer las siguientes observaciones:

1. No se recogen los progresos de la psiquiatría y las posibilidades reales de curación.

2. No se hace mención de las enfermedades físicas invalidantes, en las que también «el interés de la familia exija la suspensión de la convivencia y no pueda esperarse razonablemente su restablecimiento».

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3. Refleja una clara discriminación hacia los enfermos mentales, mostrando claramente los prejuicios sociales hacia la enfermedad mental.

4. Es probablemente anticonstitucional, ya que el artículo 43 de la Constitución reconoce el derecho a la protección de la salud y, en el caso de la enfermedad mental, es muy necesario el apoyo familiar para obtener una recuperación total.

5. Al no estar integrada la asistencia psiquiátrica en la Seguridad Social, el enfermo mental quedaría abandonado a su suerte.

Aunque no quisiera extenderme demasiado, si quisiera mencionar que, según las últimas estadísticas, existirían en España unos dos millones de alcohólicos; el número de toxicómanos está creciendo rápidamente.

También se calcula que hasta un 10% de la población puede quedar afectada de enfermedad mental en un momento u otro de su vida. Por consiguiente, nos encontramos ante un problema de extraordinaria envergadura social, ante el que deberían de pronunciarse las sociedades médicas de psiquiatría y las asociaciones con interés en este tipo de problemas.

médico psiquiatra.

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