Nicolás Redondo centró sus críticas en Comisiones Obreras

«Los sindicatos hay que medirlos, no por lo que piden, sino por lo que consiguen », afirmó el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, en su discurso ante el congreso, en el que se extendió durante casi dos horas. La intervención del dirigente ugetista se centró en la defensa de la estrategia emprendida por UGT, con una continua referencia a, la actitud de la central comunista, contra la que mostró una especial virulencia.Nicolás Redondo acusó a Comisiones Obreras de lanzar una «crítica demagógica, partidista e irresponsable además de mantener una «praxis antidemócrata en muchos aspectos» y conducir a los trabajadores a un «gran número de huelgas donde el objetivo sindical y laboral sólo ha sido el pretexto que ha servido para subordinar los intereses de los trabajadores a una estrategia política partidista».

Volvió a declinar desde su discurso la invitación de Marcelino Camacho a mantener la unidad sindical en temas concretos, como la ley de empleo de UCD, con afirmación de que UGT no podrá llevarla a cabo «con aquellos que entienden la unidad desde una perspectiva dogmática y totalitaria». La unidad de acción, dijo, «es buena, pero tampoco conviene caer en el error de beatificarla».

El secretario general de UGT que comenzó su parlamento. con la asunción de.«los errores y aciertos» de todas y cada una de las distintas secretarías que integran la comisión ejecutiva confederal, hizo un breve resumen histórico de los dos últimos años y repasó, uno por uno, los temas planteados en la actualidad al sindicato.

Al comentar la sindicación en UGT de los técnicos y mandos medios, Nicolás Redondo manifestó que «sí nos proponemos un sindicalismo plural y abierto, que sea un fiel reflejo de la composición sociológica de la clase trabajadora, la ideología o la posición política de un trabajador no debe ser, nunca lo ha sido en nuestra central sindical, un inconveniente práctico para ingresar en UGT».

Sobre el tema del paro, Nicolás Redondo abogó por las medidas estructurales que respondan a una política de Estado, y no coyunturales, como las establecidas en el AMIC, señaló su radical oposición al programa económico del Gobierno, en lo que se refiere a la política de empleo, y puso algún reparo al contenido del Estatuto de los Trabajadores. «Este estatuto no es nuestro. Sin embargo», dijo, «por nuestros esfuerzos, resulta ser en estos momentos un estatuto aceptable que, en definitiva, hace avanzar a la clase trabajadora».

Nicolás Redondo aventuró que en las próximas elecciones sindicales «va a quedar reflejada definitivamente la relación de fuerzas» en ese campo y anunció que UGT no va a renunciar a las movilizaciones, «pero siempre consciente de que la negociación y la movilización forman parte de una misma dialéctica».

El secretario general de UGT subrayó, por último, que la central, en adelante, va a diversificar sus reivindicaciones, hasta ahora dirigidas fundamentalmente a la consecución de los aspectos económicos. UGT, en adelante, incidirá «más en reivindicaciones que puedan mejorar el status de los trabajadores en la empresa».