Sin negocio

Poco comentario merece la sesión de ayer miércoles. Si descontamos los comportamientos aislados del Santander y el Popular dentro del grupo bancario, y de algún que otro valor perdido entre los sectores inmobiliario e industrial, la Bolsa prácticamente no existió.Como apuntábamos, la mayor animación de la reunión volvió a correr a cargo de dos bancos. Santander y Popular recuperaban posiciones, cinco y dos enteros, respectivamente, si bien sus trayectorias resultaron muy diferentes. Mientras el primero volvía a asombrar a propios y extraflos, con su decisión de subir contra corriente (tenía un...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Poco comentario merece la sesión de ayer miércoles. Si descontamos los comportamientos aislados del Santander y el Popular dentro del grupo bancario, y de algún que otro valor perdido entre los sectores inmobiliario e industrial, la Bolsa prácticamente no existió.Como apuntábamos, la mayor animación de la reunión volvió a correr a cargo de dos bancos. Santander y Popular recuperaban posiciones, cinco y dos enteros, respectivamente, si bien sus trayectorias resultaron muy diferentes. Mientras el primero volvía a asombrar a propios y extraflos, con su decisión de subir contra corriente (tenía unos saldos vendedores superiores a los 10.000 títulos y eso en caso de que bajase el 3%).

El Popular apoyaba su avance en la contención que acusaba la oferta, lo que le permitía sin excesivo esfuerzo asumir la subida.

Los demás valores del sector, tan «ayudados» como siempre, repitieron tomando el 50% del papel existente.

las eléctricas, muy poco afortunadas a lo largo de sus corros ante la falta de opciones enfrentadas, presentaban un cierre discretamente más animado, como consecuencia de la toma de posiciones que realizaban algunos grupos, en un intento de adelantarse a una posible reacción técnica del sector.

Y la sesión no tuvo más historia. Lo único, eso sí, que como le tocaba bajar un cuartillo a Telefónica, el índice general perdía cinco centésimas.

Archivado En