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Atentado en Lequeitio

El Consejo General Vasco, decidido a impedir la obstaculización del proceso democrático

Pese a la conocida decisión del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de «congelar» temporalmente el Consejo General Vasco (CGV) y no asistir corporativamente a sus plenos, ayer se reunió el organismo autónomo, con carácter de urgencia, para condenar duramente el atentado que costó la vida a seis guardias civiles en Ea-Ispaster. El CGV, coincidiendo con el sentir general de partidos políticos presentes o no en el organismo, considera que la acción está encaminada a colapsar el proceso autonómico vasco y, más en concreto, el proceso electoral.

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La reunión del CGV fue convocada a última hora de la mañana por Carlos Garaikoetxea, tras mantener contactos telefónicos con los consejeros políticos del organismo autónomo, Juan María Bandrés y Txiki Benegas. Fue este último quien insistió decididamente, ante el presidente, de la necesidad de que el Consejo fuera reunido con urgencia. Se esperaba que del pleno del CGV saliera, además de un duro comunicado de condena, algún acuerdo en torno a algún tipo de medida especial que podía adoptar el organismo autónomo ante la situación provocada por la escalada de violencia que se registra hoy en Euskadi. Sin embargo, las diferencias entre los partidos políticos del Consejo redujeron los resultados a una declaración que al término de la sesión extraordinaria -que duró cuatro horas- dio lectura el consejero de Cultura y portavoz del organismo autónomo. En el mismo, el CGV tras expresar su «consternación» y su «solidaridad para con los allegados a las víctimas», condena «con la máxima energía e indignación tales crímenes y la estrategia incalificable que los inspira».De la coincidencia, una vez más, de la actual escalada de violencia con «momentos claves del proceso democrático» hay que deducir, a juicio del CGV, «el intento contumaz de colapsar dicho proceso estatutario y el propio futuro de Euskadi». Frente a este intento, el Consejo General manifiesta «su firme y solidaria voluntad de impedir que nadie detenga el proceso democrático en Euskadi y su inequívoca decisión de llevar adelante el mismo con la energía que resulte necesaria para el restablecimiento de la paz en el País Vasco».

El temor a un retraso de las elecciones al Parlamento vasco o en la adopción por parte del Gobierno de medidas especiales para el País Vasco, gravitó durante toda la tarde en los ambientes políticos vascos y, fundamentalmente, en la esfera del Consejo General Vasco.

Carlos Garaikoetxea declaraba que no sería aceptable un retraso en la consulta electoral o medidas especiales que perturbaran ésta, «ya que ahí está precisamente», dijo, «el objetivo evidente de quienes llevan a cabo esta escalada de violencia».

La designación del general de división José Sáenz de Santamaría como delegado especial del Gobierno en el País Vasco llegó a la sede del CGV a última hora de la tarde. Juan María Bandrés declaró: «He recibido seguridades en el sentido de que no se trata de ninguna medida de excepción de las contempladas en la Constitución, sino más bien de una medida de reorganización interna y coordinación de las fuerzas de seguridad del Estado.»

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