Nissan negocia un acuerdo de colaboración con la firma italiana Alfa Romeo

FIAT está intentando que Alfa Romeo no llegue a firmar un acuerdo con la compañía japonesa Nissan. De este acuerdo, que preocupa a las mayores empresas automovilísticas europeas, por el peso que podría tener la entrada del mercado japonés en Italia y, a través de este país, en el mundo occidental se lleva hablando desde hace unos meses.

El lunes pasado, el ministro de Industria, Bisaglia, recibió en su despacho a los tres mayores productores nacionales del sector del automóvil: FIAT, Alfa y De Tomaso. La reunión fue desvelada ayer por el diario Repubblica, que afirma que, por parte de F...

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FIAT está intentando que Alfa Romeo no llegue a firmar un acuerdo con la compañía japonesa Nissan. De este acuerdo, que preocupa a las mayores empresas automovilísticas europeas, por el peso que podría tener la entrada del mercado japonés en Italia y, a través de este país, en el mundo occidental se lleva hablando desde hace unos meses.

El lunes pasado, el ministro de Industria, Bisaglia, recibió en su despacho a los tres mayores productores nacionales del sector del automóvil: FIAT, Alfa y De Tomaso. La reunión fue desvelada ayer por el diario Repubblica, que afirma que, por parte de FIAT, asistieron a la reunión con el ministro los dos hermanos Agnelli; por parte de Alfa, Massacesi, presidente de la sociedad, y Pietro Sette, presidente del IRI, y a la Innocenti y a Maserati las representaba De Tomaso. Se trató de la primera cumbre celebrada por las tres mayores sociedades automovilísticas italianas, y la circunstancia de que se hiciera en el despacho del ministro de Industria demuestra aún más su excepcionalidad. La reunión, al parecer, no llegó a conclusiones concretas y se repetirá dentro de unos veinte días.El problema real es que el IRI está atravesando por una dura crisis. Desde hace cinco años pierde 10.000 millones de pesetas al año. Sus responsables, desde el otoño, están buscando en el mundo socios para que asuman el nombre célebre del Alfa Romeo y la indiscutible fama de sus motores. En su viaje a Japón el verano pasado, el responsable del IRI abrió conversaciones con la Nissan, cuyos problemas radican en poder penetrar en Europa y en la falta de una tradición seria en materia de motores. Los japoneses saben muy bien la oposición que encuentran en el Mercado Común para penetrar en Europa; por eso, cualquier posibilidad de presentarse como «productores nacionales» en un país europeo les interesa. De hecho, la Honda ha llegado a un acuerdo con la British Leylan y Nissan ha puesto un pie en España con la adquisición del 33% de Motor Ibérica.

El acuerdo entre Alfa y Nissan consistiría en que Alfa construiría los motores y la sociedad japonesa la carrocería, poniendo a su vez a disposición de Alfa Romeo su red de ventas y asistencia en Estados Unidos.

La FIAT, como los franceses, ven con gran preocupación este pacto Alfa-Nissan, que podría abrir el mercado japonés a Europa. Afirman que sería una catástrofe, hasta el punto de que, al parecer, Agnelli estaría dispuesto a entrar en sociedad con la Alfa Romeo con tal de evitar la presencia japonesa. ¿Aceptará la sociedad Alfa? El Gobierno sigue con gran interés el asunto, como lo demuestra la cumbre celebrada con el ministro de Industria, señor Bisaglia.

Nissan no es uno de los grandes de Japón, pero muestra un gran vigor en su expansión por todo el mundo. Si consiguiera instalarse en Italia y consolida su posición en España, después de adquirir el 33% de Motor Ibérica, será un duro competidor para los demás fabricantes instalados en Europa, que ven poco claro su futuro.

El acuerdo de Nissan para entrar en Motor Ibérica se ha producido por la compra de las acciones que en esa sociedad mantenía el grupo Masey Ferguson.

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