_
_
_
_
_
Entrevista:

Odiseos Elitis: "Ser poeta en Grecia es inevitable"

El último premio Nobel habla de literatura, naturaleza y música

Odiseos Elitis, el escritor griego que anteayer recibió en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, no tuvo otro remedio que ser poeta. La poesía, dijo un antecesor suyo, «está en todas partes» en Grecia. Y el lenguaje es una herencia que apoya y al mismo tiempo dificulta la responsabilidad de crear. «Ser poeta en Grecia es inevitable», y recibir el premio que le acaban de conceder es, para Elitis, dar una inmensa alegría al pueblo griego, en cuyo honor, dice, lo ha recibido.

El Sol aparece detrás de la Acrópolis, bañando las casas el monte Imitos de un color rojo vino mientras nos sentamos en un pequeño apartamento de la calle Skoufa, en el distrito Kolonaki, de Atenas. La ciudad se ha despertado de la siesta. Los automóviles dejan escapar humos y una enorme y hermosa nube cae sobre nosotros. Hace unos años se podía ver la Acrópolis desde el balcón, pero ahora sus templos están escondidos detrás de los edificios. Estamos sentados en casa de Odiseos Elitis, el ganador del Premio Nobel de Literatura de este año. Elitis es el poeta que se ha dado a conocer como el más importante de los líricos de la naturaleza griega. Ha escrito la mayor parte de su obra en un pequeño despacho en su minúsculo estudio, donde se apilan libros dedicados a él por los grandes escritores europeos y cuadros originales de sus amigos Picasso, Matisse y Henri Laurens.

Pregunta. ¿No encuentra usted que es difícil escribir acerca de las islas del Egeo en este medio ambiente metropolitano?

Respuesta. Yo no tengo que ver frente a mi aquello que describo. Tomo mis imágenes de mi imaginación. Alguna gente observa, otros leen. Yo uso mi imaginación y compongo en mi mente todas las impresiones recogidas durante mis viajes por Grecia. Y como usted seguramente habrá percibido, uso frecuentemente los fenómenos naturales de manera simbólica. Vuelvo a la naturaleza en mi intento de hallar la fuente de los mitos que mi pueblo ha creado a lo largo de los siglos.

Cuando, en mis años de juventud, me sentaba y leía a los antiguos poetas, siempre me impresionaba notar que estos poetas que habían vivido hacia miles de años, tenían en muchos aspectos el mismo punto de partida para su poesía que yo mismo. Usaron las mismas fuentes que yo cuando crearon sus mitos: la imaginación popular de su tiempo. Una imaginación popular que, desde el mismo medio ambiente natural que hoy tenemos nosotros, era capaz de crear mitos concretos y comprensibles a partir de conceptos abstractos. Conceptos como «verano», «árbol», «muchacha, ) estaban animados por un contenido que tenía una conexión directa con los sentimientos. Yo trato de lograr que esos conceptos tengan una respuesta directa en el momento presente, en lugar de usar los viejos mitos. Piense en el sol, por ejemplo. El sol y la luz siempre han sido conceptos centrales en mi país. El sol, con su claridad, ha simbolizado también la justicia y la pureza.

Trato de cargar las cosas materiales con conceptos morales y éticos. En Axion esti digo. «Dejo caer limón sobre mi conciencia.» Los frutos cítricos son muy amados en Grecia. El limón es también antiséptico y del mismo modo que mucha gente pone limón en el agua para desinfectarla yo dejo caer limón sobre mi conciencia para purificarla. Lo mismo ocurre con la cal, que caracteriza a un gran número de cosas en la vida griega. y que predomina en la arquitectura de cualquiera de las islas que usted visite. Para mí, la cal no es simplemente un material.

P. ¿Es usted un lírico de la naturaleza?

R. No lo soy en el sentido de que sea un adorador de la naturaleza en términos generales. En mi poesía trato de hallar las analogías sensoriales que producen muchos fenómenos naturales. Para nosotros, los griegos, palabras como «aceituna», «sol», «mar», tienen, creo yo, un significado diferente que para los suecos, por ejemplo. Para nosotros el mar es algo muy cercano y familiar.

Pero también pienso que la naturaleza juega un importante papel para nosotros, los humanos. Un papel que va desapareciendo en la sociedad occidental y tecnocrática. Una vez escribí que si la naturaleza no existiera tendríamos que inventarla. De otro modo no sería posible la existencia.

Una rutina dedicada al arte

Odiseos Elitis es un gran poeta, pero también es un ser humano cuya vida consiste en una rutina diaria dedicada sólo al arte. En general se relaciona con la juventud. Dice que la única manera de en tender es la de tratar de ser entendido. Ha tenido siempre dificultades para comunicarse con personas de su misma edad. R. He leído en algún sitio que la gente de más de cuarenta años encuentra dificultades para rejuvenecerse. Espero que la mía sea una excepción. La gente joven siempre me depara contactos muy fructíferos.

(Seguimos hablando y Elitis comienza a discutir sobre música. Le digo que Riksos y Teodorakis me han declarado que su músico favorito es Bach. Yo mismo he descrito Axion esti como una póstuma sinfonía de Mozart, ligera para interpretar, pero con una arquitectura métrica muy estricta.) ¿Sabía usted que yo he escrito un poema acerca del concierto para piano número veinte de Mozart? Me gusta Mozart más que ningún otro.

P. ¿Cuál es su opinión de Riksos?

R. Riksos es un colega al que yo profeso un gran respeto. Hemos mantenido una estrecha amistad y hemos tenido contactos durante ciertos períodos de tiempo. Admiro la consistencia en su vida y en su obra. Ha sufrido muchísimo y ha sido perseguido. Fui muy feliz cuando supe que había ganado el Premio Lenin y fui el primero en felicitarle. Podemos tener diferentes puntos de vista en cuanto a cuestiones estéticas, en cuanto a la función del arte y de la poesía, pero esto es natural. En el campo en el que él se mueve, Riksos es uno de los más grandes.

P. ¿Por qué hay tan grandes poetas en un país tan pequeño como Grecia?

R Tenemos una pequeña superficie geográfica, pero una mucho más grande «superficie histórica». A través de los siglos el pueblo griego se ha acostumbrado a expresarse en poesía. Los griegos han creado poemas y canciones folklóricas desde los días de Homero y eso, con el paso del tiempo se ha convertido en una herencia cultural enorme. El poeta griego de hoy tiene una fuente muy rica que le da libertad para interpretar diferentes claves lingüísticas e históricas. Esta herencia le da al poeta responsabilidades o dificultades que quizá los poetas de otros países no tengan. Esto también tiene sus ventajas, entre ellas, la muy sensible ventaja de ser capaces de usar las mismas palabras que Homero o Safo utilizaron en su tiempo para definir los elementos básicos de la vida.

P. Pero en las últimas décadas en Grecia ha vuelto a notarse el desarrollo de una estrecha relación entre poetas y compositores.

R. Si, eso es correcto. Afortunadamente, nuestro tiempo y mi generación han sido testigos de cómo los compositores han querido basar su música en la poesía griega contemporánea. Cuando yo publiqué Axion esti, en 1962, tuve la fortuna de que Mikis Teodorakis, el mejor o el más dinámico compositor de nuestro tiempo, estaba enfrentado en su terreno artístico al mismo problema que yo tenía en mi propio campo. Buscaba Teodorakis una nueva forma musical basada en la tradición popular, pero que incluyera logros sinfónicos alcanzados en Occidente. El propio Teodorakis dijo que había resultado una feliz coincidencia que una obra poética de aquella clase fuera publicada precisamente entonces.

Gracias a la música, Axion esti se convirtió en la propiedad de toda la gente de mi país. Con la música, la poesía encontró un nuevo modo de acercarse a las masas.

P. ¿Cómo se sintió usted cuando le fue concedido el Premio Nobel?

R. Mentiría si digo que no me afectó. Estuve completamente ido los primeros días después de la noticia. Sentí más satisfacción que alegría. No soy una persona que vaya en busca de honores. Lo único que he hecho en mi vida ha sido trabajar aquí, sentado en mi pequeño apartamento. Creo que el honor le corresponde a todo el pueblo griego, que ha sufrido lo indecible durante siglos sin recibir nunca una recompensa. Como yo mismo escribí en Axion esti, «nunca recibí ningún premio, siempre fui tratado injustamente». Esa es la razón por la que incluso el más pequeño reconocimiento me da tanta satisfacción que mi alegría por la alegría de mi pueblo es quizá mayor que mi propia alegría. Trabajar como poeta en un país que tiene esta gente es una gran ventaja. Seferis dijo una vez: «No puedes eludir la poesía. Está en todas partes.» La calidad puede variar por supuesto, pero la humanidad no puede vivir sin la poesía. Esta debe ser, además, revolucionaria. Nunca debe ser enmarcada o con vertida en un simple símbolo.

(Copyright Sasfra-EL PAIS)

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_