Normalidad en la construcción de Valladolid

La normalidad fue ayer (segunda jornada laboral tras la firma del convenio colectivo por parte de UGT, CCOO y la representación empresarial) la tónica general en el sector de la construcción vallisoletana. Todos los trabajadores se reintegraron a sus puestos y ya no hubo más asambleas ni actuaron los piquetes creados el lunes.La vuelta al trabajo fue decidida por los hasta entonces partidarios de seguir la huelga -CSUT, SU y la asamblea de trabajadores- en una nueva asamblea celebrada al aire libre en la noche del lunes. Casi todos los que hicieron uso de la palabra insistieron en que «no tene...

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La normalidad fue ayer (segunda jornada laboral tras la firma del convenio colectivo por parte de UGT, CCOO y la representación empresarial) la tónica general en el sector de la construcción vallisoletana. Todos los trabajadores se reintegraron a sus puestos y ya no hubo más asambleas ni actuaron los piquetes creados el lunes.La vuelta al trabajo fue decidida por los hasta entonces partidarios de seguir la huelga -CSUT, SU y la asamblea de trabajadores- en una nueva asamblea celebrada al aire libre en la noche del lunes. Casi todos los que hicieron uso de la palabra insistieron en que «no tenemos fuerza moral para exigir a nadie que mantenga la huelga iniciada hace 41 días; muchos compañeros nos han dicho que ya no pueden resistir más, por eso recomendamos la vuelta al trabajo».

En la citada asamblea se indicó también que «la huelga termina porque UGT y CCOO han traicionado a los obreros de la construcción; en nosotros está aprender la lección para que en próximas negociaciones no demos ocasión a esas centrales a que pacten a espaldas del sector».

Por su parte, CCOO señala que nunca ha engañado a nadie y que «conscientes de nuestra responsabilidad hemos buscado la mejor salida: un aumento del 20% frente al 13% que alcanzaría el laudo». Para UGT el conflicto ha servido «para descubrir la gran cantidad de grupos minoritarios de todos los matices que actúan a la menor oportunidad». La central socialista se reafirma en la postura mantenida y en su línea de actuación, «desde la que es posible organizar un sindicalismo democrático».

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