Cartas al director

Desprecio de la subnormalidad

Quisiera hacer un breve comentario sobre el problema actual de la subnormalidad. ¡Qué pena! Hace tiempo escribí una carta diciendo que «soy hermana de un niño subnormal». Hoy no podría empezar así, ya que entonces cometí la barbaridad de compararlo con la gran mayoría conocida como normal. Esa gran mayoría que chilla, que mata, que zancadillea, que sabiendo lo que va a vivir. lo gasta en hacer mal, de las mis y una formas que consiente que los mil y un niños considerados por ella y por mí como surnormales.. no tengan ni siquiera lo más necesario, que hacen que a esa madre, además de tener la m...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Quisiera hacer un breve comentario sobre el problema actual de la subnormalidad. ¡Qué pena! Hace tiempo escribí una carta diciendo que «soy hermana de un niño subnormal». Hoy no podría empezar así, ya que entonces cometí la barbaridad de compararlo con la gran mayoría conocida como normal. Esa gran mayoría que chilla, que mata, que zancadillea, que sabiendo lo que va a vivir. lo gasta en hacer mal, de las mis y una formas que consiente que los mil y un niños considerados por ella y por mí como surnormales.. no tengan ni siquiera lo más necesario, que hacen que a esa madre, además de tener la mayor tristeza del mundo, se le añada esa otra tristeza creada por «los nórmales», que es la de que tenga que estar recorriendo todos los asientos de instituciones denominadas «para niños subnormales» para que alguien le diga; « Mire, lo sentimos».Que tengan que aguantar tesis y tests a ella y a su hijo para que al final la digan: « Lo sentirnos, no da el coeficiente», y tenga que guardarse su hijo en casa para que los que nos llamamos normales sigamos llamándonoslo partiendo de la subnormalidad de ellos.

La clase dominante, denominada normal, y, a su vez, autodefinida actualmente como izquierdademócrata, centro-demócrata, derecha-demócrata, etcétera, pero, eso sí, siempre democráticamente, viene utilizando muy bien a esos niños como banderita de recibimiento (entiendo como banderita de recibimiento las banderitas de papel que no hacen ni dicen nada, pero que hacen muy bonito al moverse).

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En