"Debe controlarse la industria farmacéutica"
Asistimos a un excesivo potenciamiento de los fármacos, cuyo uso debiera racionalizarse. Sin embargo, la industria farmacéutica está desempeñando un papel positivo en la investigación. Estas son algunas de las ideas expresadas ayer, en el curso de una rueda de prensa, en la sede recientemente inaugurada del Ministerio de Sanidad, por Leo Kadio, responsable para Europa de la Organización Mundial de la Salud.Afirmó que la Organización Mundial de la Salud no crea leyes. Hizo esta aseveración en el contexto de una polémica interpretación sobre la industria farmacéutica y su mundo, una industria acusada de potenciar el uso de fármacos.
«Usted parte -fue la respuesta del responsable de la OMS- del supuesto de que es una industria mala, pero la industria farmacéutica ha creado nuevos fármacos, con buenos resultados. Todo esto es relativo ... » La postura de Leo Kadio en torno al papel de la iniciativa y la investigación privadas en el sector farmacéuticos se expresa en estas palabras: «Los organismos públicos deben controlar esta iniciativa. Basados en el análisis de la OMS, existen unos códigos de comportamiento. Yo no estoy muy seguro de que hagan falta nuevas leyes, sino una vigilancia más intensa con las leyes aceptadas por todos. El otro problema de la industria farmacéutica es comercial: ellas quieren más dinero si se les pide que hagan más investigación. Pero yo pienso que más que nuevas leves lo que hace falta es que los Gobiernos tengan valor para aplicarlas.»
La Organización Mundial de la Salud se ha interesado también por las medicinas tradicionales. «Muchas de las medicinas modernas -declaró Leo Kadio- tienen su origen en la medicina tradicional. Se considera conveniente insistir en la medicina tradicional, incluso en los más primitivos de estos medicamentos. Así se ha obtenido una nueva información e, incluso, información acerca de nuevos productos químicos a partir de los antiguos.»
El experto de la OMS aseguró que «muchas medicinas basan sus efectos en una acción meramente psicológica.... pero las sustancias empleadas para ello deben ser lo más innocuas posible... Los chinos, por ejemplo, saben que muchos medicamentos son innocuos; los usan en sus aldeas, aunque sepan que no hacen nada.»
El director para Europa de la OMS se refirió también a las resistencias del sector profesional de los médicos a toda forma de cambio, por lo cual, según él, «los cambios deben dirigirlos organismos oficiales en los que esté representada la profesión médica y, junto a ella la Seguridad Social y otros estamentos».
Respecto al tema del aborto, consideró que «es un problema muy complejo en el que intervienen factores de tipo religioso, opinión pública, etcétera. Uno de los problemas a dirimir es el de cuándo empieza la vida. La opinión media en la Europa secular es la de que dentro de los tres primeros meses del embarazo debe decidir la mujer; dentro de los tres meses intermedios los médicos son quienes deben decidir, y en los tres últimos, el feto ya es algo muy importante».
