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Enfrentamientos entre derecha e izquierda en el pleno del Ayuntamiento

Un enfrentamiento constante entre los concejales de UCD, por un lado, y los socialistas y comunistas, por otro, con la figura moderadora y conciliadora del alcalde, Enrique Tierno, en el medio, es el resumen más aproximado de la sesión plenaria celebrada ayer por el Ayuntamiento de Madrid, con carácter extraordinario. La Corporación municipal madrileña conoció oficialmente los nombramientos de tenientes de alcalde y concejales delegados de servicios hechos por el alcalde, con el voto afirmativo de socialistas y comunistas, y la abstención -insistieron en que, procesalmente, no se podía someter a votación un decreto de nombramiento- de los ucedistas. El punto referido al nombramiento de presidentes de juntas municipales de distrito quedó aplazado.

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El pleno, que tuvo una duración de dos horas y veintiséis minutos, comenzó con un minuto de silencio por el militante comunista asesinado recientemente en Madrid por ultraderechistas y por todas las víctimas del terrorismo. Este minuto de silencio fue solicitado por el concejal socialista Esteban Díaz Maroto, y el alcalde especificó que «esta presidencia entiende que es una repulsa unánime a todos los atentados terroristas.Al comenzar el pleno y entrarse en la discusión del punto referido a los decretos de nombramiento de los tres primeros tenientes de alcalde -señores Tamames, Puerta y Barrionuevo-, el alcalde pidió al secretario que leyese un escrito que había elaborado aquél, en el que se reflejaba la postura concreta de la alcaldía con respecto a tales nombramientos y a los de los concejales delegados de servicios, en base al dictamen emitido por el servicio contencioso del Ayuntamiento. Este escrito explicaba que los nombramientos de tenientes de alcalde se habían hecho en base a la urgencia de que el Ayuntamiento pudiera funcionar y no quedara a expensas, únicamente, de la firma del alcalde. En el mismo texto leído por el secretario, se aseveraba que la figura del delegado de servicios no tiene por qué desaparecer, pero sí ha de perder su condición política.

La primera intervención en este caso corrió a cargo del número uno de UCD, José Luis Alvarez, quien expuso la disconformidad de su grupo con los nombramientos y se refirió a la proporcionalidad que exige en el reparto de cargos municipales la ley de Elecciones Locales («No ya la resolución de la Dirección General de Administración Local -dijo-, que estamos de acuerdo en que no tiene fuerza derogatoria.»). Anunció el ejercicio de las acciones legales que le pudieran corresponder a su grupo municipal.

Tras insistir el señor Tierno en que estaba dispuesto a que los decretos se pusieran a votación y fueran confirmados o denegados por el pleno, intervinieron los señores Puerta y Tamames para agradecer la postura del alcalde en este sentido. Alonso Puerta, en concreto, pidió a los concejales ucedistas que «haya oposición política, pero no obstruccionismo político», lo que Enrique Tierno interpretó a continuación como «un agradecimiento a UCD por su postura, y no como una premonición de futuras acciones de Unión de Centro».

No faltó en este punto la ironía, sobre todo al tomar la palabra el concejal ucedista Herrero de Miñón, para asegurar que «nos consta una absoluta comprensión hacia la desinteresada actitud de los concejales socialistas y comunistas al querer que se voten los decretos del alcalde».

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Sin embargo, para el ucedista Javier Soto -que se encargó de explicar al pleno todo el fundamento jurídico de la oposición de UCD a los nombramientos- son tres también las razones que invalidan tales nombramientos, en función de la base jurídica -el informe del Servicio Contencioso- alegada por el alcalde: ilegal, porque ignora los efectos derogatorios de la ley de Elecciones Locales; equívoca, porque se polariza en la resolución de la dirección general, y anárquica, porque no determina los preceptos en los que se basa.

El tercer teniente de alcalde, José Barrionuevo, intervino para destacar que «detrás de la intervención del concejal Soto hay una carga política indudable, que entra de lleno en la polémica sobre la distribución de cargos en el Ayuntamiento, que UCD quisiera que fuera proporcional».

Por su parte, José María Alvarez del Manzano, al hablar sobre la posibilidad de que se nombraran delegados de servicios técnicos, que no fueran funcionarios municipales, aseguró que UCD no está dispuesta a que «entre en el Ayuntamiento nadie más que quien tenga el respaldo de los votos o por el mecanismo que sea, bien concurso o bien oposición».

El primer teniente de alcalde, Ramón Tamames, resumió de alguna forma la postura defendida por la izquierda con respecto al nombramiento de delegados: «Sólo los concejales pueden tener responsabilidades políticas. Son los resultados de las elecciones los que tienen poder jurídico. La figura de los delegados técnicos queda vacía de poder político y se convierte en una especie de gestor a las órdenes del alcalde y que informa al concejal político.

El segundo teniente de alcalde, por su parte, insistió en el mismo tema: «Cuando UCD gana las elecciones generales, no nombra ni ministros ni gobernadores civiles que no sean de su partido. »

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