Nuevas experiencias espaciales soviéticas

Programa Soyuz: treinta y dos vuelos tripulados

La Unión Soviética, a través de su programa Soyuz-Salyut, sigue afrontando el desafío de la supervivencia del hombre en el espacio exterior.Largos años de intensa labor, con sus éxitos y fracasos humanos y tecnológicos, han jalonado la historia de 32 naves espaciales capaces de transportar hombres fuera de la Tierra. Mientras que Estados Unidos emplea sus conocimientos científicos y tecnológicos en la exploración del Cosmos por medio de naves automatizadas, la URSS sigue manteniendo los vuelos espaciales tripulados. El día 2 de noviembre del pasado año, los cosmonautas VIadimir Kovalionok y Al...

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La Unión Soviética, a través de su programa Soyuz-Salyut, sigue afrontando el desafío de la supervivencia del hombre en el espacio exterior.Largos años de intensa labor, con sus éxitos y fracasos humanos y tecnológicos, han jalonado la historia de 32 naves espaciales capaces de transportar hombres fuera de la Tierra. Mientras que Estados Unidos emplea sus conocimientos científicos y tecnológicos en la exploración del Cosmos por medio de naves automatizadas, la URSS sigue manteniendo los vuelos espaciales tripulados. El día 2 de noviembre del pasado año, los cosmonautas VIadimir Kovalionok y Alexander Ivanchekov, regresaban a la Tierra tras una permanencia récord en el espacio de139 días, catorce horas y 48 minutos; la muerte de varios cosmonautas en proyectos anteriores ayudaron al éxito de esta misión.

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¿Qué busca la URSS en el espacio a través de sus vuelos tripulados? La revista soviética Tiempos Nuevos decía: «Desde que Yuri Gagarin abrió la primera ruta espacial, nuestros cosmonautas han empleadotoneladas de instrumentos científicos. Realizaron centenares de complicadísimos experimentos. Obtuvieron multitud de espectrogramas y fotografías de la bóveda celeste, el Sol y los planetas en distintas franjas del espectro. Desde alturas cósmicas, se descubren muy bien fenómenos meteorológicos fugaces: tempestades de polvo, simunes, mareas, terremotos... Los cosmonautas soviéticos avisaron en varios casos de semejantes calamidades. Todos estos datos muestran las nuevas capacidades de la técnica espacial y los servicios que presta a la ciencia y la economía. Cada vuelo tripulado da algo a la cosmonáutica soviética. Sin los viajes cósmicos del hombre ya no podemos concebir el progreso de la ciencia y la técnica.»

En marzo de 1977, los países socialistas daban paso a la cooperación internacional en la exploración del Cosmos. En este mes quedó firmado el Convenio de Cooperación en la Investigación y Utilización del Espacio Cósmico con fines pacíficos. Su artículo primero reza así: «Las partes contratantes -RDA, Bulgaria, Cuba, Checoslovaquia, Hungría, Mongolia, Polonia, Rumania y la URSS- propiciarán el desarrollo de la cooperación y utilización del Cosmos con fines pacíficos.» Un año después partía de la Tierra el Soyuz-28 con una tripulación internacional: VIadimir Remek, capitán del Ejército popularchecoslovaco, acompañaba en la nave al soviético Gúbarev.

A fin de cuentas, el objetivo del programa soviético de vuelos cósmicos pilotados es el de crear estaciones orbitales con tripulación renovable. Dichas estaciones, como la Salyut-6, poseen dos nudos de empalme: para el atraque de naves. El tren, formado por la estación y dos naves, mide aproximadamente treinta metros de largo y tiene más de 32 toneladas de peso. No sólo pueden engancharse naves tripuladas a la Salyut, sino que, incluso al tándem que formó esta estación con el Soyuz-30 se acopló una nave de carga Progress, mediante la cual los cosmonautas recibieron cartas, periódicos y paquetes.

La URSS continúa enviando al espacio ingenios espaciales tripulados, acumulando cada vez mayores éxitos. Una serie de hombres han dejado su vida en esta aventura. Aunque, para algunos, como el especialista soviético Piotr Klimuk, «el Cosmos significa, primero, trabajo, y, después, sentimientos».

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