El Gobierno militar iraní saca de nuevo los tanques a la calle

El primer ministro de Irán sacó ayer de nuevo los carros de combate a las calles de Teherán y sus tropas abrieron fuego contra manifestantes antigubernamentales al tiempo que advertía que «ciertos elementos» están determinados a crear unas condiciones de guerra civil.

El primer ministro, general Gholam Reza Azhari, hizo Pública su advertencia por radio a todo el país poco después que los manifestantes recorrieran las estrechas calles del sector del mercado, en el centro de Teherán, gritando lemas contra el sha y Azhari y en favor del ayatollah Khomeini, el enérgico líder religios...

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El primer ministro de Irán sacó ayer de nuevo los carros de combate a las calles de Teherán y sus tropas abrieron fuego contra manifestantes antigubernamentales al tiempo que advertía que «ciertos elementos» están determinados a crear unas condiciones de guerra civil.

El primer ministro, general Gholam Reza Azhari, hizo Pública su advertencia por radio a todo el país poco después que los manifestantes recorrieran las estrechas calles del sector del mercado, en el centro de Teherán, gritando lemas contra el sha y Azhari y en favor del ayatollah Khomeini, el enérgico líder religioso antishá, actualmente exiliado en París, según han declarado testigos presenciales.El primer ministro se dirigió hoy por radio a la nación desde el Parlamento, durante dos horas, antes de conseguir un voto de confianza a su régimen militar por 191 votos a favor, veintisiete en contra y seis abstenciones.

Según dijo, grandes sectores de la ciudad estuvieron a oscuras varias horas por los continuos apagones de los trabajadores del fluido eléctrico y largas filas de automóviles se formaron junto a las gasolineras ante el temor de que los trabajadores de las mismas se declararan en paro.

Unas doscientas personas se manifestaron en el populoso mercado, abierto de nuevo hace tres días a petición de Khomeini después de dos semanas de huelga. Uno de los manifestantes fue alcanzado por un disparo en una pierna y el incidente precipitó la llegada de los carros de combate Chieftain, de fabricación británica, retirados hace once días.

Los carros aparecieron por vez primera en la capital después de los devastadores incidentes del 5 de noviembre ocurridos en distintas zonas de la ciudad.

Por lo menos nueve chieftains tomaron posiciones en la carretera periférica del mercado poco después del tiroteo de hoy. Las bocas de sus cañones de 155 mm apuntaron amenazadoramente a los miles de puestos de venta. Camiones con soldados llegaron también a la zona y los artilleros colocaron sus máquinas en lugares estratégicos apuntando al mercado.

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Noticias de otros enfrentamientos entre soldados y manifestantes en lugares que se encuentran bajo el toque de queda y la ley marcial llegaron ayer a Teherán procedentes de la ciudad santa de Mashadan, en el Noreste, y Shiraz, en el Sur, pero se desconoce si ha habido muertos.

Administrativos de la compañía petrolera han dicho que la producción petrolífera ha retrocedido a 4,7 millones de barriles diarios, después de dos semanas de huelga. La producción normal ascendía a 5,5 millones de barriles.

Mientras los carros de combate montaban vigilancia en Teherán, Azhari dijo: «Algunos elementos se han infiltrado en las manifestaciones pacíficas con el propósito de derrocar al Gobierno e incluso de destruir la nación.» Dijo el primer ministro que la huelga del petróleo era un «delito contra la nación». Si no nos mantenemos vigilantes, terroristas entrenados entrarán pronto en juego y comenzará una ola de asesinatos y de disturbios con el propósito de crear unas «condiciones para una guerra civil», manifestó Azhari.

Declaró que su Gobierno no había desmentido que funcionarios del anterior Gobierno hubieran provocado el descontento «por su corrupción, nepotismo, falsedad y negocios fraudulentos».

«Elementos hostiles a Irán..., quieren que el hermano se levante contra el hermano que la clerecía incite al pueblo contra el Ejército y que se creen unas condiciones de guerra en Irán», señaló.

«Estos elementos quieren destruir nuestra riqueza con nuestras propias manos, matándonos unos a otros», dijo, insistiendo e iba a restaurar la paz y el orden antes de entregar el poder a un Gobierno que el sha ha prometido. «Habrá elecciones libres», dijo Azhari, añadiendo: «No puede haber libertad sin seguridad. »

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