Moscú ataca a los líderes religiosos de la oposición iraní
El Kremlin mantiene una actitud realista en la valoración del desarrollo de la crisis iraní, al tiempo que ataca a los dirigentes religiosos, a quienes acusa de sublevar las masas, y deja bien claro que el líder de la oposición islámica, el ayatollah Jomeini, no debe contar con el menor apoyo de la URSS en su lucha contra el sha.Los observadores extranjeros en Moscú han apuntado en sus agendas de trabajo la fecha del pasado 30 de octubre, fiesta nacional de Irán. Ese día, el jefe del Estado soviético, Leonidas Brejnev, envió un mensaje al sha Reza Pahlevi, tan oficiosamente caluroso como el remitido el año pasado, lo que venía a confirmar la prudente posición de los dirigentes soviéticos.
En la mañana de ayer, el diario Pravda, en información enviada desde Teherán, comentaba favorablemente las medidas anticorrupción iniciadas por el primer mandatario iraní, entre ellas la investigación no sólo entre antiguos ministros de sus gabinetes, sino también de destacados miembros de la familia real.
El diario del Partido Comunista soviético destaca el respaldo occidental que mantiene el sha, basado, no solamente en las palabras del secretario del Foreign Office británico, David Owen, sino también en la ayuda permanente del presidente norteamericano, Carter, quien alienta al monarca iraní hacia una necesaria evolución política y, anécdóticamente, señala que las fuerzas iraníes de seguridad luchan contra los levantamientos con cascos, escudos y bombas lacrimógenas enviadas por Estados Unidos.
La Unión Soviética, que comparte con Irán una frontera común de 2.000 kilómetros, parece dispuesta a no poner en cuestión el equilibrio diplomático y estratégico que realiza actualmente el régimen del sha, y a la vez que expresa la necesidad de activar las necesarias reformas sociales presenta en términos relativaniente favorables a los dirigentes del Frente Nacional, a los que califica de «burgueses reformistas».
La posición actual de la URSS. que no quiere decir que no varíe si los acontecimientos lo hicieran necesario, parece decidida a hacer compatibles las reformas necesarias con el mantenimiento en el trono del sha.
