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Expulsado un dirigente de los radicales de izquierda franceses

Robert Fabre, fundador y dirigente hasta las últimas elecciones legislativas del Movimiento de los Radicales de Izquierda (MRG), fue expulsado ayer del partido y del grupo parlamentario correspondiente en la Asamblea Nacional. Esta decisión del buró nacional del MRG obedece al coqueteo descarado del señor Fabre con el presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, desde que la Unión de la Izquierda, a la que oficialmente aún pertenece el MRG perdió estruendosamente las elecciones de marzo pasado.El flirt en cuestión desesperó definitivamente a los nuevos dirigentes del MRG Cuando anteayer el farmacéutico y diputado del Aveyron aceptó una misión del señor Giscard destinada a estudiar el problema del empleo en Francia. De aquí partió la exclusión definitiva pronunciada ayer por la dirección del partido que, al actual presidente del MRG, Michel Crepeau, le sirvió para calificar la actitud del señor Fabre de «politicastrerismo que no conduce a ningún lado».

La significación política de este asunto no es trascendental en la actual situación francesa, pero sí reveladora de lo que puede ser una cierta izquierda que responde al lema tradicional del radicalismo, según la cual se lleva « el corazón en la izquierda y la cartera en la derecha». Esta es la carta que juega el presidente, señor Giscard, para atraer con el tiempo a una parte de los votantes de izquierdas y crear así una nueva mayoría giscardiana. En tal sentido, las «debilidades» de algunos socialistas, que pudiesen emular el «realismo» del señor Fabre, y la ininteligencia política de la que es acusado el Partido Comu-nista, son bazas que favorecen el proyecto socialdemócrata centrista del presidente de la República.

El MRG consiguió en las últimas elecciones, apenas el 2% del electorado y tiene diez diputados.

La exclusión del señor Fabre provocará probablemente una escisión de la que no es posible calibrar la importancia: nadie sabe cuántos militantes seguirán a la dirección actual, enganchada a la izquierda, ni cuántos seguirán al señor Fabre, ya que nadie sabe tampoco si existen militantes. El MRG surgió en 1973 porque trece diputados del Partidci Radical Tradicional estaban elegidos por electores de izquierdas y necesitaban arrimarse a la Unión. Inmediatamente le sirvió de plataforma a un grupo de «jóvenes lobos», tecnócratas inteligentes, para impulsar su carrera política. En el día de hoy el MRG aún no ha pasado de ser ese miniclub de chicos listos y progres.

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