EEUU suaviza su política de sanciones contra Rodesia

El Senado norteamericano aprobó ayer la continuación de las sanciones económicas contra Rodesia pero dejó abierta la posibilidad de que el presidente Carter pueda en el futuro y según el desarrollo de los acontecimientos en ese país. ordenar el fin del embargo.Curiosamente esta facultad concedida a Jimmy Carter por el poder legislativo supone una semiderrota para la Admnistración que pretendía que el Senado se limitara a aprobar la continuidad de las sanciones económicas impuestas por las Naciones Unidas hace dos años contra la colonia británica rebelde.

Pese a los esfuerzos de los legi...

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El Senado norteamericano aprobó ayer la continuación de las sanciones económicas contra Rodesia pero dejó abierta la posibilidad de que el presidente Carter pueda en el futuro y según el desarrollo de los acontecimientos en ese país. ordenar el fin del embargo.Curiosamente esta facultad concedida a Jimmy Carter por el poder legislativo supone una semiderrota para la Admnistración que pretendía que el Senado se limitara a aprobar la continuidad de las sanciones económicas impuestas por las Naciones Unidas hace dos años contra la colonia británica rebelde.

Pese a los esfuerzos de los legisladores que apoyaban el levantamiento inmediato de las sanciones la Cámara alta norteamericana decidió inclinarse por 59 votos a favor y 36 en contra, por una fórmula de compromiso. Según esta fórmula, el embargo económico contra Rodesia sigue en vigor pero podrá ser levantado por el presidente si se celebran elecciones libres bajo supervisión internacional y se intenta negociar de «buena fé» con los líderes guerrilleros del Frente Patriótico.

La política del Gobierno Carter ha sido hasta ahora la de obligar al régimen de lan Smith a una negociación con los jefes de la guerrilla, Nkomo y Mugabe, mediante las sanciones económicas y la presión política. Por ello la decisión del Senado permitiría el cese del embargo en caso de que Smith y su Gobierno de transición mostrasen «buena fe» para negociar con las guerrillas pero no llegasen a un acuerdo lo que a su vez supondría la continuación de la guerra algo que quiere evitar la Administración Carter a cualquier precio.

Por el contrario los sectores conservadores norteamericanos creen que la falta de flexibilidad de Carter respecto a Smith sólo beneficia al Frente Patriótico y -añaden- en última instancia al comunismo.

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