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JerusaIén rechazará formalmente las propuestas de paz de Sadat

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí afirmó ayer que el Gobierno de Jerusalén rechazaría formalmente, en su reunión del próximo domingo, las nuevas propuestas de paz egipcias, pero añadió que el Gabinete daría una respuesta positiva a la participación del ministro de Asuntos Exteriores, Moshe Dayan, en una reunión en Londres con su colega egipcio, Ibrahim Kamel.

El portavoz hizo estas afirmaciones después de que altos funcionarios del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, incluido el propio Dayan, pasasen una hora y media revisando el plan de paz del presidente egipcio, Anuar el Sadat, que fue hecho público el miércoles en El Cairo.Aunque las propuestas de Sadat son consideradas globalmente como «inadecuadas», el mismo portavoz añadió que hay en ellas «algunos aspectos positivos».

Esos elementos positivos serían los siguientes:

- El hecho de que el plan era «un documento de trabajo nada filosófico», lo que indica que existe al menos la posibilidad de negociar algunos de sus puntos.

- Aunque el plan pide una inmediata abolición del actual Gobierno israelí en Cisjordania y Gaza, no descarta específicamente una cierta forma de presencia militar israelí continuada por razones de seguridad en esos territorios durante el período de transición de cinco años descrito por Sadat.

- El hecho de que Sadat muestra aparentemente cierta flexibilidad en cuanto al tiempo al referirse al período de transición de cinco años.

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- No hay ninguna referencia directa a la Organización para la Liberación de Palestina. Los israelíes se han negado siempre a negociar con la OLP, a la que califican de organización «terrorista» que busca la desaparición del Estado judío, y se han negado a aceptar la afirmación de que la OLP representa las aspiraciones y peticiones del millón largo de árabes que viven en Cisjordania y Gaza.

Sin embargo, de acuerdo con el análisis del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, el plan en su conjunto no representa ningún progreso en las demandas básicas de Sadat, que siguen siendo consideradas como inaceptables.

En esencia, el dirigente egipcio sostiene que Israel debe retirarse de los territorios ocupados en 1967, desmantelar los asentamientos judíos en esas zonas, acceder a la idea de una autodeterminación de los palestinos y a la creación de un Estado palestino si ellos así lo desean. Por el contrario, Israel siempre se ha opuesto a la creación de un Estado palestino separado entre su territorio y Jordania, afirmando que se trataría de una entidad irredentista que se constituiría en otro foco de peligro y enemistad hacia el Estado judío.

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