Los acuerdos con la Santa Sede, condicionados a la Constitución
La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso aprobó ayer por unanimidad que cualquier acuerdo nuevo que regule las relaciones entre la Iglesia y el Estado, «estará condicionado a lo que establezca la futura Constitución». Asimismo, la Comisión acordó que el Congreso ratifique por el procedimiento de urgencia los convenios internacionales sobre estatutos de refugiados políticos firmados por España.
Después de aprobarse las proposiciones no de ley sobre las negociaciones Iglesia-Estado y refugiados políticos, la Comisión entró a debatir otra propuesta socialista sobre los derechos humanos, en torno a la situación en Chile, Uruguay y Argentina y partiendo de la base de una resolución adoptada en el Consejo de Europa.Aquí volvió a surgir, de nuevo, el enfrentamiento dialéctico tradicional. López Bravo puntualizó que las resoluciones del Consejo de Europa hablaban, primero, de la condena general de la violación de los derechos humanos, y que luego se hizo referencia a Uruguay, Chile y Argentina en términos no condenatorios. Lasuén, por UCD, indicó que la propuesta socialista era discriminatoria. Yáñez, por el grupo socialista, insistió en la idea de que los debates de la Comisión deben ser más voluntaristas en lo político, y afirmó que su grupo está dispuesto a condenar uno por uno a los 116 países que violan los derechos humanos.
Aquí, el debate creció en tensión. Muñoz Peirats (UCD) dijo que los socialistas debían ser más consecuentes en sus propuestas.
Seguidamente el grupo socialista propuso que se elevara la discusión sobre derechos humanos al Pleno del Congreso y el presidente de la Comisión, Ignacio Camuñas, decidió consultar al presidente del Congreso sobre la viabilidad de esta propuesta.
