La Mancha y el señor Tarradellas

El señor Tarradellas, el honorable, ha declarado que «Cataluña no puede ser tratada como La Mancha». Efectivamente, las provincias manchegas llevan ya muchos años esperando que sean tratadas convenientemente y no olvidadas e ignoradas casi descaradamente como ha ocurrido siempre. Es justo que ahora se salden esas deudas y merezca con toda justicia un tratamiento urgente y rápido para la concesión de las libertades autonómicas, que le ayudarán a defender mejor sus derechos. Porque La Mancha lleva muchos años mandando forzosamente su mano de obra, y sus ahorros, especialmente hacia la región cat...

El señor Tarradellas, el honorable, ha declarado que «Cataluña no puede ser tratada como La Mancha». Efectivamente, las provincias manchegas llevan ya muchos años esperando que sean tratadas convenientemente y no olvidadas e ignoradas casi descaradamente como ha ocurrido siempre. Es justo que ahora se salden esas deudas y merezca con toda justicia un tratamiento urgente y rápido para la concesión de las libertades autonómicas, que le ayudarán a defender mejor sus derechos. Porque La Mancha lleva muchos años mandando forzosamente su mano de obra, y sus ahorros, especialmente hacia la región catalana y levantina; porque algunas de sus tierras llevan pidiendo ser de regadío desde hace mucho tiempo; su enorme riqueza vitivinícola por falta de una industrialización adecuada a la calidad de sus vinos, impide su lanzamiento comercial a todo el mercado; y en otro sentido, entre sus cinco provincias no hay ni una sola Universidad...En fin, el señor Tarradellas, el honorable, no imagino lo que intenta conseguir con este tipo de declaraciones. No demuestra respeto, ni sutileza tampoco, al referirse a otras regiones que con los mismos derechos piden su autonomía, muchas de ellas más pobres y menos favorecidas por esa Administración que si a alguien a beneficiado ha sido a la región catalana. Lo que sí deja claro es su talento antidemocrático y su afán de protagonismo, que le hacen indigno del puesto que ocupa y del momento político. Entre los enemigos que indudablemente ya tiene debe contar también con la enemistad de los manchegos.