El presidencialismo de Tarradellas

« Un mes después de su formación, el Consejo Ejecutivo de Cataluña ha dado a conocer sus objetivos de Gobierno (...).Este documento se limita a reafirmar sus intenciones: elaborar un estatuto de autonomía en el cuadro de la futura Constitución española, con el fin de volver a dar a la Generalitat su significación plena, construir una nación bilingüe, por el reconocimiento del carácter oficial del catalán, acelerar la transferencia de competencia de Madrid a la región (...).

Por otra parte, se precisa que son los parlamentarios catalanes los que deben dar una forma definitiva al estatuto...

« Un mes después de su formación, el Consejo Ejecutivo de Cataluña ha dado a conocer sus objetivos de Gobierno (...).Este documento se limita a reafirmar sus intenciones: elaborar un estatuto de autonomía en el cuadro de la futura Constitución española, con el fin de volver a dar a la Generalitat su significación plena, construir una nación bilingüe, por el reconocimiento del carácter oficial del catalán, acelerar la transferencia de competencia de Madrid a la región (...).

Por otra parte, se precisa que son los parlamentarios catalanes los que deben dar una forma definitiva al estatuto de autonomía. Se exponen las dificultades económicas de la región, pero no se propone ninguna solución

Tarradellas ha demostrado que no había renunciado a ejercer un poder de tipo presidencial, contrariamente a los acuerdos que han permitido el restablecimiento de la Generalitat, y a la significación misma del Gobierno de unión nacional, firmado el 5 de diciembre. Ha creado un secretario de la Presidencia, donde ha situado a hombres de su confianza y cuyas competencias son lo bastante diversas para que se hable ya de «un Gobierno paralelo».

El senador por Barcelona Benet, ha criticado duramente los primeros meses de la existencia de la Generalitat. «Lo que se nos ha dado no es la autonomía, y nuestro pueblo se está dando cuenta de ello (...).»

11 enero