Baloncesto

La justa derrota del Madrid ante el Juventud devuelve el interés a la Liga

O bien el Juventud, al ganar al Real Madrid; o bien el Real Madrid, al ser derrotado por el Juventud, la cuestión es que entre ambos le han hecho un buen servicio al alicaído baloncesto español. La justa victoria de la «Penya» quizá no le sirva para nada cara al partido de vuelta en Madrid, pero, aunque el equipo blanco remonte los siete puntos de diferencia del domingo, al menos habrá habido hasta entonces una espera distinta. El Madrid, en el caso de vencer en el Pabellón de Badalona, habría sentenciado una vez más la Liga, al menos en un cincuenta por ciento. Ya sólo le quedaría el Barcelon...

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O bien el Juventud, al ganar al Real Madrid; o bien el Real Madrid, al ser derrotado por el Juventud, la cuestión es que entre ambos le han hecho un buen servicio al alicaído baloncesto español. La justa victoria de la «Penya» quizá no le sirva para nada cara al partido de vuelta en Madrid, pero, aunque el equipo blanco remonte los siete puntos de diferencia del domingo, al menos habrá habido hasta entonces una espera distinta. El Madrid, en el caso de vencer en el Pabellón de Badalona, habría sentenciado una vez más la Liga, al menos en un cincuenta por ciento. Ya sólo le quedaría el Barcelona. Ahora, y curiosamente, por vez primera en muchos años se ve superado en la clasificación por los dos cuadros catalanes.La lástima para el Juventud es que en lugar de haber ganado por tan exiguo margen, pudo haberlo hecho hasta por dieciséis puntos, cuando a falta de siete y cinco minutos, respectivamente, entre Santillana y Slavnic se encargaron de poner el marcador en sendos 71-55 y 77-61. ¿Qué había pasado hasta entonces y qué ocurrió después? La historia del partido es una historia de defensas, fundamentalmente, mejor escrita la del Juventud y, después, de aciertos en el tiro. Én esta última, mientras en el Madrid sólo acertó Brabender, en el Juventud Santillana acabó erigido en un coloso y Slavnic, al que forzó Corbalán su cuarta personal, poco después del cuarto de hora de partido, fue el motor siempre y ejecutor oportuno cuando estuvo en la pista.

En el planteamiento defensivo madridista, al hombre como el del Juventud, falló, sobre todo, que Coughran no pudo con Santillana y, en cambio, a él, lo sujetó Fernández magníficamente. El partido parecía de color blanco total cuando Slavnic cometía su cuarta personal, pero no fue así. Sólo Brabender mantenía con su tiro demoledor el empuje de un Juventud, que pasó momentos muy malos al principio, siempre por detrás en el marcador y hasta con cuatro tiros seguidos fallados por el renqueante Filbá. Pero el Madrid también hubo de prescindir de Rullán, incluso antes y, aunque no fue inferior por ello bajo los tableros, la efectividad de Santillana en el tiro empezó a dejarse notar y a los dieciocho minutos pasaba el Juventud, 36-34, por vez primera, delante en el marcador. Bosch no desentonaba en el puesto de Slavnic y es que Cabrera no estaba enfrente tan bien como Corbalán, al que había suplido al hacer el base titular blanco su tercera personal.

La segunda parte, que se inició por parte del Juventud en racha de aciertos, pudo tener su momento clave en el minuto veintiséis. Sé le pitó la cuarta personal a Santillana y su protesta airada mereció la técnica definitiva. Fue otra «debilidad» del colegiado auxiliar y quizá como contestación el pivot catalán marcó inmediatamente después otra canasta oportuna. El marcador estaba ya en 54-44.

La marcha de Margall por las cinco personales peiJudicó sólo ligeramente al Juventud. Es cierto que el joven de la dinastía cumplió mejor ante Brabender que Mulá, pero Brabender solo no podía solucionar al desbarajuste general del equipo blanco. Corbalán tuvo que volver a la pista tras un fallo de Cabrera que no dirigía nada y también lo hizo Slavnic. El partido, a falta de doce minutos, aún estaba en el aire.

El base yugoslavo, sin embargo, fue ya crucial y no sólo dirigió magistralmente a su equipo, sino que marcó las canastas justas. Fueron los momentos de máxima diferencia en el marcador. Para que ésta se acortase hubo de salir Rullán -quizá demasiado tarde- y, sobre todo, serenar más un juego al que faltaron imaginación y recursos para superar la defensiva del Juventud. Sólo con ello y ya con Santillana, Filbá y Rullán fuera de la pista, el Madrid estuvo a punto de perder por sólo cinco puntos. Desde luego se pudo dar por muy satisfecho al haber caído por siete. Si perdió fue merecidamente.

El Estudiantes, último

El Madrid ya no es líder de la clasificación. Barcelona y Juventud están por delante, aunque los partidos de vuelta resultarán decisivos para el triunfo finál. De momento, emoción. El Estudiantes, que aún no conoce la victoria, al igual que el Mataró, se ha situado en último lugar, tras perder en su cancha con el Askatuak.

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