"Es difícil ser obispo en la España de la transición"

Una vez concluido el discurso del cardenal Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal española, el nuncio de Su Santidad, monseñor Dadaglio, pronunció unas palabras en las que se congratuló «por ser testigo de una Iglesia tan viva como la española». Añadió, con palabras de Pablo VI, que el oficio de obispo «tiene grandeza, peligrosidad e incomodidad».Finalmente repitió que «esta hora es, en España, una hora privilegiada para el anuncio de Cristo Jesús. Vais a medir en esta asamblea grandes dificultades: la reorganización económica de la Iglesia, la necesidad de una revitalización misione...

Una vez concluido el discurso del cardenal Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal española, el nuncio de Su Santidad, monseñor Dadaglio, pronunció unas palabras en las que se congratuló «por ser testigo de una Iglesia tan viva como la española». Añadió, con palabras de Pablo VI, que el oficio de obispo «tiene grandeza, peligrosidad e incomodidad».Finalmente repitió que «esta hora es, en España, una hora privilegiada para el anuncio de Cristo Jesús. Vais a medir en esta asamblea grandes dificultades: la reorganización económica de la Iglesia, la necesidad de una revitalización misionera, los grandes problemas de una juventud que parece estar alejándose de la Iglesia, la compleja cuestión del lugar de los religiosos en la nueva Constitución, y otros».

«Estos problemas -agregó el nuncio- son todos difíciles, y en ellos se juega el anuncio del Señor en la España de hoy y en la de mañana.»

Concluida la sesión inaugural, los obispos que asisten a la Conferencia comenzaron sus sesiones de trabajo, que tendrán lugar a lo largo de la presente semana. En esta ocasión, temas que rozan la política constituyen la preocupación fundamental de los obispos españoles.