Estados Unidos no importará más cromo rodesiano

La decisión tomada ayer por el Congreso norteamericano de suprimir las importaciones de cromo de Rodesia, de acuerdo con el boicot decretado hace diez años por la ONU contra este país, es un importante éxito para la política exterior africana del presidente Carter.

Tanto la Cámara de Representantes como el Senado votaron favorablemente la propuesta de abolir la llamada Enmienda Byrd, de 1971, que permitía a Norteamérica importar cromo rodesiano a causa de intereses estratégicos y en contra de la decisión adoptada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Un intento prev...

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La decisión tomada ayer por el Congreso norteamericano de suprimir las importaciones de cromo de Rodesia, de acuerdo con el boicot decretado hace diez años por la ONU contra este país, es un importante éxito para la política exterior africana del presidente Carter.

Tanto la Cámara de Representantes como el Senado votaron favorablemente la propuesta de abolir la llamada Enmienda Byrd, de 1971, que permitía a Norteamérica importar cromo rodesiano a causa de intereses estratégicos y en contra de la decisión adoptada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Un intento previo para abolir dicha Enmienda fracasó en 1975, ante la negativa de la Cámara de Representantes a suprimirla, pese a que el Senado había votado favorablemente dos años antes.

En esta ocasión, fue la Cámara quien aprobó en primer lugar la suspensión de las importaciones de cromo rodesiano, por 250 votos contra 146. La Administración Carter había presionado intensamente al Congreso durante los últimos días para que aprobara la abolición de le Enmienda Byrd, lo que concilia la política norteamericana con las sanciones decretadas por las Naciones Unidas contra el régimen minoritario de lan Smith.

La supresión de la Enmienda Byrd adquiere especial importancia en vísperas del discurso del próximo jueves del presidente Carter ante la ONU. Carter podrá así exponer su concepción de las relaciones internacionales sin tener por medio el principal contencioso que enfrentaba a Washington con las Naciones Unidas.

Este interés de Washington en África austral, unido a la nueva política de defensa de los derechos humanos en el mundo emprendida por Jimmy Carter, era, evidentemente, incompatible con el sostenimiento indirecto, mediante el comercio, de un régimen condenado por la comunidad internacional. Durante los últimos años, Norteamérica importó de Rodesia más de 200.000 toneladas anuales de cromo, por un valor cercano los cincuenta millones de dólares.

El cromo, que se utiliza en la fabricación de armas estratégicas, no se cuenta entre las riquezas minerales de Norteamérica, mientras que la URSS es un importante productor. Ello llevó al senador Byrd, independiente por Virginia, a proponer al Congreso, en 1971, la Enmienda que lleva su nombre,

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Por la que Estados Unidos abandonó el boicot comercial contra Rodesia.

La oposición en el seno de la Cámara contra el reinicio del embargo se basó principalmente en que el boicot al cromo rodesiano supondrá un incremento de los precios y en que siendo Suráfrica y la Unión Soviética los restantes mayores productores, Norteamérica se verá obligada a comerciar con alguno de estos países que, en opinión de un congresista, «no se han destacado precisamente por su defensa de los derechos humanos».

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