Tribuna:

Rachas

La vida es así. La muerte llega por rachas, Cuando nadie podía pensar en algo tan trágico, un jugador, que se fue de Madrid casi en silencio, como un máximo favor a una situación que él mismo empeoró poco a poco, encontró la muerte violenta en una carretera argentina. Bezerra ni jugará ni cantará más.Por otra parte, aunque esperada, pero no por, eso menos sentida, la desaparición del Conde de Cheles cierra otra página en la historia rojiblanca; una historia indudablemente bastante más importante y dilatada. Al tratarse del Atlético, tan dado igualmente a los grandes triunfos que a los grandes ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La vida es así. La muerte llega por rachas, Cuando nadie podía pensar en algo tan trágico, un jugador, que se fue de Madrid casi en silencio, como un máximo favor a una situación que él mismo empeoró poco a poco, encontró la muerte violenta en una carretera argentina. Bezerra ni jugará ni cantará más.Por otra parte, aunque esperada, pero no por, eso menos sentida, la desaparición del Conde de Cheles cierra otra página en la historia rojiblanca; una historia indudablemente bastante más importante y dilatada. Al tratarse del Atlético, tan dado igualmente a los grandes triunfos que a los grandes fracasos, a todo o a nada, es curioso que haya desaparecido bien poco después del ex jugador. Hoy, en el Manzanares, los brazaletes negros lo serán más que nunca, porque el dolor se ha doblado con creces en esta ocasión.

Mientras tanto, en el otro club de la capital, la alegría puede a la tristeza, al menos porque se acerca un festejo. Quizá también porque Santiago Bernabéti cree haber saldado su ofensa con una carta en la que contesta al tiempo que hace con la hora que es. Allá él.

La vida sigue igual.

Archivado En