GENTE

Pedro Balcones

jinete de Sir Ganter, el caballo que se fracturó las dos manos en la última reunión del hipódromo madrileño y que hubo de ser rematado, salió ileso de su espectacular caída al saltar la última valla. Otro caballo -Doña Elvira-, también se dislocó una mano. Parece que los hoyos que hay en la pista son la causa de ambos percances. Ahora «no se pasa tanta hambre como antes» -ha dicho a Isabel Campos un viejo empleado de la instalación-, pero «hace diez años», cuando a un caballo le ocurría un accidente, el cadáver tenía que ser custodiado por la fuerza pública. «Habia hambre y la ge...

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jinete de Sir Ganter, el caballo que se fracturó las dos manos en la última reunión del hipódromo madrileño y que hubo de ser rematado, salió ileso de su espectacular caída al saltar la última valla. Otro caballo -Doña Elvira-, también se dislocó una mano. Parece que los hoyos que hay en la pista son la causa de ambos percances. Ahora «no se pasa tanta hambre como antes» -ha dicho a Isabel Campos un viejo empleado de la instalación-, pero «hace diez años», cuando a un caballo le ocurría un accidente, el cadáver tenía que ser custodiado por la fuerza pública. «Habia hambre y la gente, de forma irresponsable, se llevaba la carne a sus casas, bien para darse un banquete o para venderla en el mercado.» Ahora, además, la inyección con la que se mata al animal, envenena la carne.

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