Powell, racista y conservador, apoyará a los laboristas
El ex ministro conservador y ahora diputado unionista del Ulster, Enoch Powell ha prometido su apoyo al Gobierno laborista. Este político de extrema derecha, que abandonó la disciplina conservadora por desacuerdo con la estrategia proeuropea de Edward Heath, hizo su anuncio en un discurso que no pudo pronunciar, pero cuyo texto ha sido distribuido a la prensa.Enoch Powell tenía que hablar en una reunión organizada por el grupo de jóvenes conservadores de la «City» de Londres, pero cuando se supo que el líder unionista iba a aprovechar su intervención para apoyar a la administración actual, los «tories» cancelaron el compromiso.
Powell cree que los laboristas están en este momento mejor preparados que los conservadores para hacer frente a la situación económica política del país. Por eso está dispuesto a prestar su voto al Gobierno actual cada vez que este se encuentre en apuros en el Parlamento, donde Callaghan cuenta con una mayoría de un solo escaño.
Como cada vez que interviene en la vida pública británica, Enoch Powell ha promovido en esta ocasión un escándalo. Sus compañeros de la coalición unionista del Ulster han condenado su postura por considerarla contraria a la política común que siguen en el Parlamento. Después de lo que ayer dijo el reverendo Ian Paisley, también diputado y miembro del ala dura de aquella coalición, los restantes unionistas están pensando en expulsar a Powell de su grupo si insiste en posiciones como la que ahora ha hecho pública.
Generalmente, los discursos de Powell han versado en los últimos tiempos sobre la necesidad de mantener «el honor británico», dañado con motivo de la integración en el Mercado Común y puesto en peligro por la superpoblación de inmigrantes, para los que el político unionista pide la repatriación masiva. «Si no fuera por sus discursos de corte racista, yo diría que Enoch Powell es el mejor orador que ha habido y sigue habiendo en la Cámara de los Comunes», dijo el exprimer ministro Wilson la semana pasada.
Desde que Powell abandonó el Partido Conservador, su presencia en el Parlamento ha sido una continua garantía para la administración laborista, que en este momento ha recibido una prueba más de esa «extraña lealtad» que «el mejor orador del Reino Unido» le profesa.
