El Pegaso impuso su fuerza al Getafe
El Pegaso venció al Getafe por tesón y entrega sobre un terreno de juego que apenas permitía jugar al fútbol. El Getafe, por lo que demostró ayer, o no tiene especiales deseos de continuar en la Copa, o lo confía todo al encuentro de vuelta y a un campo en mejores condiciones. El encuentro ofreció sólo ráfagas de juego para ambos equipos, y el exceso de barro influyó mucho en la calidad de juego. El Pegaso demostró el buen momento de juego por el que atraviesa, y lo que es mejor, una entrega incondicional sea quien sea el adversario. El equipo de la fábrica corrió durante todo el encuentro. Salió en tromba y sorprendió a todos con esa auténtica exhibición de fuerza física que hizo. En todas las abundantes disputas que propició el barro, los jugadores pegasistas salieron victoriosos, lo que indudablemente rompió el esquema de juego del Getafe, que apuntó notas de indudable calidad y poco más ante el estrecho marcaje que les impusieron los Pavón, Vargas y compañía.El Pegaso pudo marcar algún gol en la primera parte si el meta Vidal, que compartió los honores de ser protagonista del encuentro junto con el barro, no hubiese parado tanto y tan bien como lo hizo. Daníel, Torres y Morón remataron con puntería en varías ocasiones, y Vidal logró enviar a córner en otras tantas.
Tras los primeros minutos, el Pegaso afianzó su ritmo de juego y no lo abandonó nunca. Llevó la voz cantante en la iniciativa, y sólo se vio en peligro en contadas ocasiones, las que propiciaron Manolín, González y Romero en internadas que acabaron saliendo por la línea de fondo ante la escasa capacidad de remate de la delantera.
El gol acabó de afianzar el juego del Pegaso y descubrió la necesidad de una reacción del visitante, que comenzó a atacar con menos timidez el portal de Tocón. La entrada en el terreno de juego de Nárriz dio algo más de profundidad al ataque del Getafé, pero resultó aún insuficiente ante el severo marcaje de los laterales pegasistas.
El encuentro finalizó dentro de la misma tónica. Carreras en ambas direcciones con peligro alternativo para las porterías, y repetidas intervenciones de Vidal, que se lució en remates de Lamana y Morón, que se mostraron mucho más precisos que los delanteros del Getafe.
