Conejo de indias mundial
«Ni siquiera ICMESA sabe qué se debe hacer para descontaminar el terreno. Nos ha facilitado sólo el dictamen de profesionales británicos que han hecho ya experiencias de descontaminación en sectores análogos (polvo de plomo, bióxido de cinc). El caso de Seveso, con dioxina pura caída sobre el terreno, no tiene precedente en el mundo. Se ha hablado de los defoliantes lanzados por los americanos en Vietnam; también allí había dioxina, pero no dioxina pura. Sobre Seveso ha caído dioxina pura. Seveso hace ahora de conejo de indias mundial».«Hasta ahora se han dado seis casos de producción accidental de dioxina en fábricas, los más graves en Austria, Alemania Occidental y Gran Bretaña. Pero en ninguno de estos casos la dioxina ha caído sobre el terreno. En estas fábricas, después de los incidentes, metían conejos y morían todos... Cuando no han muerto han entrado hombres que han enfermado de acné clórica. Entonces las fábricas han sido demolidas y todos los escombros enterrados en fosas bajo un manto de cemento. Se ha sepultado incluso la maquinaria utilizada para la demolición...»
«El dato físico de esta maldita cosa del TCDD es su no degradabilidad, es su estabilidad. Resiste. Tiene una caída muy lenta. Se mueve. Se esconde en los lugares más impensables. Y eso hace mucho más difícil la descontaminación. Tendremos que raspar todo. Este es el problema que hoy no sabemos cómo resolver».
«A veces llegan expertos del extranjero que no se comprende si han venido enviados por el Ministerio de Sanidad de sus respectivos países o por el de Defensa, para verificar los efectos de la dioxina como medio de guerra».
(Declaraciones del responsable sanitario de la región lombarda, Vittorio Rivolta, al « Corriere della Sera»).
