El dirigente socialista venezolano fue asesinado por cuatro policías
El director de los servicios de Inteligencia y Previsión (DISIP), Arístides Lander Flores, presentó la dimisión de su cargo por la muerte del dirigente socialista Jorge Rodríguez, ocurrida el pasado domingo cuando se hallaba detenido en las dependencias de aquel cuerpo policial.Lander Flores afirma en una carta dirigida al ministro del Interior que en la muerte de Rodríguez «aparecen comprometidos cuatro funcionarios del Cuerpo, los cuales se encuentran ya detenidos». Su dimisión es la primera de las consecuencias de las airadas protestas de los partidos de la oposición que, en el Congreso, se mostraron de acuerdo en la necesidad de que el Gobierno controle a la policía.
Los diputados de la oposición pidieron una investigación exhaustiva sobre la muerte de Jorge Rodríguez por parte de la Fiscalía General de la República, el castigo ejemplar de los autores materiales «de su asesinato» y la reestructuración de los cuerpos policiales.
El secretario general de la Liga Socialista fue detenido el viernes pasado, y su muerte se anunció el lunes. El parte oficial afirmó que su fallecimiento debióse a causas naturales, aunque la autopsia realizada más tarde, reveló que tenía las vísceras desprendidas y siete costillas rotas.
El ministro del Interior, Octavio Lepage, al mismo tiempo que presentó a la Cámara de Diputados un informe sobre la muerte del dirigente socialista Rodríguez -que confirmó fue debida a los malos tratos de cuatro policías-, volvió a acusar a los diputados Fortunato Herrera (independiente) y Salom Meza (Movimiento Electoral del Pueblo) de implicaciones en el secuestro del industrial norteamericano William Niehous, alto directivo de la Wens-Illinois que desapareció el 27 de febrero pasado.
Lepage añadió que la mayor parte de los secuestradores fueron identificados y que se esperaba encontrar a Niehous con vida. Añadió que para el esclarecimiento del caso precisaba realizar investigaciones cerca de los dos diputados implicados, por lo que solicitó a la Cámara que se retirase la inmunidad parlamentaria de ambos.
Por su parte, los diputados acusados por el ministro del Interior rechazaron los cargos y contraatacaron afirmando que el Gobierno busca con estas acusaciones desviar la atención de la opinión pública «del crimen cometido con el dirigente socialista Jorge Rodríguez».
