Ochenta y seis detenciones y ochocientos atendidos en las casas de socorro

Ochenta y seis detenidos, ocho de ellos por motivos políticos, es el balance policial de los pasados sanfermines en Pamplona. Treinta de ellos están ya en libertad, una vez identificados y comprobada su carencia de antecedentes. De los detenidos, cinco lo fueron por presunto tráfico de drogas. Eran conocidos por la policía, y se les encontró un total de 416 gramos de grifa, al parecer comprada en Lisboa, y guardada en un pinar para su posterior venta o consumo.

Por reventa ilegal de entradas fueron detenidas 17 personas, mientras que el año pasado sólo fueron tres. La policía intensific...

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Ochenta y seis detenidos, ocho de ellos por motivos políticos, es el balance policial de los pasados sanfermines en Pamplona. Treinta de ellos están ya en libertad, una vez identificados y comprobada su carencia de antecedentes. De los detenidos, cinco lo fueron por presunto tráfico de drogas. Eran conocidos por la policía, y se les encontró un total de 416 gramos de grifa, al parecer comprada en Lisboa, y guardada en un pinar para su posterior venta o consumo.

Por reventa ilegal de entradas fueron detenidas 17 personas, mientras que el año pasado sólo fueron tres. La policía intensificó su servicio de vigilancia en este asunto. Las entradas intervenidas fueron destruidas, si no daba tiempo a devolverlas a la taquilla, o vendidas aquí para fines benéficos. En total se inutilizaron 1.120 entradas.En cuanto a las denuncias, su número disminuyó de 276 el año anterior, a las 217 de este año. Se había triplicado el personal dedicado a este servicio, con dos nuevas oficinas, que contaban incluso con intérpretes para atender a los extranjeros.

Se denunció la desaparición de 27 turismos, de los que se recuperaron 11, y ocho motocicletas, de ellas dos recuperadas.

Fueron atendidas más de 800 personas por los servicios sanitarios. De ellas, la mayoría eran heridos por cortes en los pies, pues las calles estaban llenas de cristales de vasos y botellas rotas, y eran muchas las personas que andaban con alpargatas y sandalias. También fue importante el número de los lesionados en los tobillos.

Heridos por agresiones hubo menos que el año pasado, y también disminuyó el número de atendidos por embriaguez. No hubo diagnósticos de droga, aunque ésta pudiera haber estado mezclada con el alcohol en algunos casos.

Los primeros días sumaron el mayor número de asistencias a los extranjeros, principalmente australianos, estadounidenses y canadienses. Pasado el comienzo de las fiestas, el mayor número de atendidos correspondió a personas navarras y de la región.

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Sólo algunos mozos con golpes fueron atendidos de los encierros.

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