Choques armados en la campaña electoral italiana
La espiral de violencia iniciada hace una semana con la muerte, en una pequeña ciudad próxima a Roma, de un militante del Partido Comunista, tuvo este fin de semana una continuación espectacular en la propia capital italiana.Neofascistas, que habían convocado un mitin en las proximidades de la Piazza Venezia, de Roma, y un grupo de parados, animados por grupos de la izquierda extraparlamentaria que trataba de boicotearlo, se enfrentaron violentamente y, una vez más, salieron a relucir las pistolas. Cuatro heridos graves por disparos y decenas de contusionados fue el balance de los incidentes. Doscientos policías, equipados con material antidisturbios, no fueron capaces de contener a los contendientes.
Entre tanto, la opinión pública italiana no deja de mostrar su preocupación por la fuga del diputado neofascista, implicado en los incidentes que culminaron, hace una semana, en la muerte del joven comunista Luigi Da Rosa. Desde el día en que se impidió la salida del país de Sandro Saccuci, hasta que el Parlamento se decidió a privarle de inmunidad parlamentaria, pasaron tres días: los suficientes para que Saccuci se haya desvanecido.
Por lo demás, continúa la campaña electoral, planteada como un test de fuerza entre comunistas y democristianos. En este sentido, políticos y comentaristas se preguntan si los votos neofacistas son recuperables para la Democracia Cristiana. El Movimiento Social Italiano obtuvo en 1972 alrededor del 9 por 100 de los votos. La izquierda en especial acusa sobre todo a Fanfani de buscar votos misinos para crear «un bloque de orden conservador y reaccionario».
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